sábado, 27 de junio de 2009

CLICK de Nestor Mendoza


Otra vez
entre la carne y la pared
por angustia de beso
unimembre

Haga click para salir

Otra vez abandonado
al trayecto de la luz más imprecisa
en el fondo de la pólvora
del miedo

Haga silencio

Una vez más acosado
por el mariscal de todas las derrotas
todas.
Al final la sintaxis del alcohol
la semántica del clonazepam
la morfología rústica del cenicero muletto
o la sudoración buchona
del culpable
no son más que detalles asquerosos
de un devenir descalzos
abrazados a la única instancia razonable:
Tu muerte
y la mía.

jueves, 25 de junio de 2009

4º Encuentro 4 de Julio



APOLINEOS Y DIONISIACOS EN LA JETA LITERARIA
El origen de la tragedia, por Oscar Ortiz

La estética nietzscheana a partir de un libro fundante del filósofo alemán: "El origen de la tragedia en el espíritu de la música".

Sábado, 04 de julio de 2009 - 16:00 hs.

Biblioteca Provincial 9 de julio - Buenos Aires 131
Santiago del Estero, Argentina

Arte, de Oscar Ortiz

Arte

Arpegio de sentidos, andrajos de palabras
Vino tibio condensando las miradas
Gran consuelo de riquezas y abundancia
Tensión de una cuerda desatada

Arrullo de tormenta despertando la nostalgia
Dolor de heridas que no sangran
Viento que amontona recuerdos, hojarascas
Flecha que corona la batalla

Valioso tesoro de madera y hojalata
Yunque de tropiezos y esperanzas
Esquirlas de vida en cada carcajada
Moribundo sin su última palabra

"El primogénito", de Marcelo Ahumada

LOS POETAS SALVAJES

Que tal, me presento, soy Marcelo, de Catamarca, estuve con uds el último sábado cuando Schmidt, y la próxima semana publican mi primer libro. Mi libro se llama "El Primogénito" y quiero mandarles dos poemas de la primera de tres partes en que consta. Como verán, con el otro mail, la presentación se hace en Bs As, el miércoles 1º de julio junto a otros doce poetas del interior del país. La idea es federalizar la literatura. Aquí también leemos y escribimos. Una red entre las provincias de circulación de textos y difusión de ideas puede hacer cambiar el eje de muchas cuestiones. Por ejemplo, la idea que sólo desde el puerto viene la buena letra. Eso es la editorial que me publica: El Suri Porfiado. Para no contradecir el postulado, las presentaciones deben hacerse en todos lados. La difusión de los textos deben circular por el interior, y la idea mas próxima en efectividad: es la región. El NOA: En Santiago, haré una presentación del libro con el Teuco Castilla, nada más y nada menos, a fines de julio.
Muchísimas gracias. Espero les guste.

MARCELO AHUMADA




I

marcelo

¿tenés lexotanil?

no tengo madre

no tengo lexotanil pero sí tengo madre
no tengo padre

le digo: no tengo madre

aunque tenga lexotanil y tenga madre y tenga esta noche abierta
como un tajo en mi cadáver

no le daré una de mis pastillas

que su noche
le traiga desesperación
y lobos
papeles de la noche

Cayendo

halcones contra las cañitas voladoras
un 31 diciembre eterno

no tengo lexotanil madre

que advenga toda la locura

esta noche
escondo un ejército de alucinación
tártaros ciegos cabalgando

tengo el antepasado de todos los hombres
olvidados de la plegaria abandonada
en un ocio infinito

lascivia miedo furia

antes que amanezca madre
antes que amanezca

he soñado esta plaza

será el final de la guerra

y del árbol y del caballo

iremos pegados de fuego
en nuestra doméstica cárcel
y algo indecible morirá

dispararán desde carruseles de invierno
contra las últimas páginas

de cien años, de la montaña, de rayuela
donde secas tu rouge
de maestra de loca de madre de hijo

he soñado cinco ancianos japoneses
observando
y un ángel acróbata y desafinado
sentado
sobre tu cabeza


no es necesario misas ni oficios
no hay cielos para nosotros

otros cuentan nuestra fábula
donde solíamos sentarnos
madre
antes que amanezca esta noche
mucho antes de esta noche
y de otras noches


no no tengo madre no tendré nunca madre





VI

mi madre muere
en hospitales públicos
de un cáncer imaginario
en sus entrañas antropófagas

los perros ladran
en alguna casa
los mendrugos
en sus ladridos

cuidan un solar
del infierno

(una de las perras mata
al cachorro de otra
muere descerebrado
entre espasmos
en la caja de zapatos de gamuza
que preparamos)

hay tanto sangre en este hueco


palomas inmensas
de coágulos
atraviesan en picada
por el hueco
sus plumas llenas de vidrio
de las ventanas
de nuestra casa

(un sordo zumbido de volcán
Crece
un inextinguible volcán arde

y
tomo pastillas
decenas de pastillas
centenas de pastillas
miles de pastillas
que caen en el hueco
y crepitan en el vaho
quirúrgico
y de paz amortiguada
despegando mi hueco
de su cabeza
y su cabeza
de mi hueco


y llueve seco
plumas de palomas
que no recuerdo
ni tampoco olvido

porque alucino

jaurías de palomas

en fuego y vidrio






De El primogénito (El Suri Porfiado, 2009)

martes, 23 de junio de 2009

Francoesperador, de Walter Ortiz Vieyra

Francoesperador


Por que no hoy? Por el mismo motivo por el que no fue ayer y tal vez no lo sea mañana.
Esperar como hace ya no se cuantos años. Espero aquí en el mismo lugar. las piernas entumecidas, la columna a la miseria. Camino segmentos cortos de vereda, pero los dolores no ceden.
Sigue siendo un cruel misterio por que no vienes, por que esta maldita y mediocre ciudad no te trae hasta aquí. Por que no doblas la esquina, no se, por error, por que te distraes y de repente te encuentras en esta calle, en esta vereda, o la del frente. Por qué no se te ocurre que hace tiempo que no pasas por aquí, y no sabes si algo cambió, por que como un relámpago te surge una necesidad urgente que te traiga a este, u otro escaparate. Por qué alguien no te pide cómplice compañía por estos lados, de este, casi establo pavimentado, por que nada ni nadie me ayuda a que vengas y tal ves me veas y encuentre tus ojos que busco a la altura en la que ellos viven, impidiéndome sentarme para no salir de su dimensión.
Y es inútil, no llegas por ninguna esquina, nadie ni nada te trae por aquí. Y las miradas de los otros impactan con mis ojos, esas miradas de culpa, de llevar la condena de no ser vos. Ellos no son vos, nunca lo serán, la imperfección los delata como traidores de vos, de tu sombra de tu imagen. En el aire hay un hueco solo hecho para tu cuerpo en el que no caben ellos, los otros.
Yo juez y ejecutor de la condena que cargan los otros de no ser vos, los que no te traen, los que no te dejan llegar desde cualquier esquina, ellos que no son como vos, ellos no merecen estar, no deben estar. A través de la lente todos se van convirtiendo en manchas informes y a cada letra de tus últimas palabras, van cayendo uno a uno, y va siendo manchas rojas, tratan en vano escapar pero no podrán desde aquí arriba yo soy el ejecutor, tu continente, y la meta es que no quede uno solo de ellos para que sólo estés vos, cuando ya todos hayan caído solo estarás vos y llegaras.


Walter Ortiz Vieyra

De noche, de Diana Beláustegui

DE NOCHE


Espero la noche para correr entre las sombres y penumbras de los arbustos que me cobijan, desnuda de discriminaciones y marginalidades.
Espero la noche para dejar escapar la bestia. El estomago arde y tengo hambre.
Pronto una presa se acerca y busco el mejor ángulo para observarla; mientras son más jóvenes y pequeños, mejor… luchan menos, tiemblan más, el pavor los paraliza y la cena es más fácil de cenar.
Esta cerca y ya la huelo, hay un movimiento de ramas, un gritito ahogado y ya la tengo entre mis fauces, la abrazo con fuerza mientras hundo los dientes en la piel blanca, desgarrando la carne y succionando el elixir vital.
¡Me sacio!
Mis métodos de caza han mejorado desde aquella noche en la que por fin acepte que mi hambre no sedería hasta beber lo que mi cuerpo por uno u otro motivo me pedía.
¿Vampirismo? ¡No! Solo soy yo, siendo yo. Alimentándome y siendo libre. Respirando el aire a pulmón lleno, riendo con carcajadas ardientes y vistiendo mi cuerpo con brisa y rocío, con naturaleza y luna llena.
Cuando el sol se alce volveré a ser la mujer que la sociedad necesita que sea… educada, bonita, amable.
Viviendo la vida que se me impone, gris y prolija.



DIANA BELAUSTEGUI

PEQUEÑOS FUEGOS de Mauricio Rey

Apago el foco del dormitorio,por la ventana que dejé abierta entra la luz de la calle.Aqui adentro,con algo de vida estiro los brazos,bostezo y miro ésta semipenumbra;creo que asi ha de ser lo que proyectas:La cintura clara,las piernas aves de costumbres nocturnas,las manos,los ojos destellos en el cielo,en el suelo un fogon que nos une,que nos hace descubrirnos y promete una eternidad en medio de tanta brevedad.Una fuerza asi terminaria con ésta melancolia que tenemos por lo perdido;se ha hecho imposible no sentir esa navaja tajeándonos la piel,no sientes el dolor,apenas si de tu boca escapan fogonazos y chispas en palabras,imágenes(personas,lugares,horas)que recuerdas.
Allá afuera los fuegos de artificio entretienen gente,y se ven caras de admiración y expresiones tales como "Ah! que lindo todo ésto",aqui adentro otro incendio comenzará y devorará los otros yos que nunca pudieron ser,y si existieron se esfumaron.La forma que dibuja el humo es fantasmal,me dices y aprietas mi mano,ya no te sientes sola en éste infierno caminamos juntos,de vez en cuando los caminos se bifurcan y despues,cuando termines de pelear tus guerras nos vamos a encontrar en uno de los infinitos puntos del espacio,te regalaré una rosa,el fuego que le robé a Prometeo,una bandera y una estrella,toda mi carne y mi sangre,para que diluido ya los seres ínfimos y tu corazón tengan algo de mí,para que vos mires hasta el ultimo hueco de Santiago,aunque encuentres mil veces lo mismo,sé que verás el universal en medio del desorden y las llamas que se alzan en todos los frentes.Entonces si!!! tu felicidad será completa.

QUIERO HACER PINTADAS EN LA CALLE de Andrés Navarro

quiero hacer pintadas en la calle

quiero sacar fotos

quiero dibujar

quiero tirar al arco

quiero comer un sánguche

quiero faltar a clases

quiero orinarme encima

quiero reír

quiero ser otra persona

quiero cambiar de auto

quiero comprarme un thundercats

quiero cantar guaracha

quiero bailar cuarteto

quiero ensuciarme con barro

quiero ensuciarme con mierda

quiero caerme

quiero que el sol me queme

quiero ganar la quiniela

quiero encontrar dos pesos en el piso

quiero encontrar un caramelo en el piso

quiero estar más arriba de lo que estoy ahora

quiero pintar

quiero estafar a alguien

quiero soñar con dios

quiero pudrirme en mi cama

quiero dejar de escribir…


no puedo dejar de escribir

domingo, 21 de junio de 2009

Las caricias de Lucía, por Maxi Sack

Las Caricias de Lucía


Es otra frenada de bus, el camino que mezquina sus paisajes, la mitad de cigarrillo que quedó ayer en la vereda, ahora pisado y sucio.¿Qué hacer si la vida se me acaba cuando empiezo a cruzar el jardín? Si cuando llegue a la puerta tu paz va a toparme como un enérgico toro, con la fiereza de las horas que pasaron entre el café de esta mañana y tu sórdida voz por el teléfono…¿Cómo entro a este mundo de sahumerios si los platos desde la cocina me hunden en grasa y reproches?Me saludas despeinada, la congestión enfermó tu abrazo, me invitas a sentarme en el sillón con un mate medio lavado y ese gato pulgoso dándote vueltas entre los tobillos. El gato no me saluda, mientras tu mirada fúnebre comienza una canción que habla de la chica que saludé anoche en el centro, y de lo desatento que soy por no abrirte la puerta del taxi o servirte un vaso de vino en la cena.No me alcanza dejar de mirarte mientras gritas, tu espalda se alza como un muro viejo cuando intento acariciarte, todo comienza a llenarse de moho: los cuadernos en la mesa, las ventanas, los besos que te doy, la tostada negra que lame el gato echado entre dos sillas ¿Qué hacer cuando de pronto tu casa se transforma en un tren? El vértigo en los adjetivos que usas, el mate que vuela desparramando yerba y agua hirviente por la sala para estrellarse contra tu biblioteca de libros marrones, los ojos que se humedecen y se secan como un semáforo…Es ahí cuando pienso que esa tarde en la plaza San Martín estabas tan radiante y tan otra, que los jazmines en tu mano debieron haberse ennegrecido cuando te besé por primera vez. Que la mesera del restaurante en Rivadavia nos miraba indignada cuando te sacaste los zapatos y con tu pié derecho empezaste a tocarme. Pienso también en Marcela, la del almacén, que cada vez que le pido los alfajores que te gustan me habla de lo mal que llevan los políticos el país, de lo difícil que es en estos días conseguir monedas o darme vuelto de veinte pesos por dos alfajores y unos cuantos cigarrillos negros.Creo que mejor no decirte lo hermosa que estás después de bañarte, tratando de frenar tu llanto que se precipita irreversible cuando te lamentas por los tallarines del mediodía y lo gorda que te hace la toalla de los ositos envolviéndote mientras le lloras al espejo.Me abrazas con besos desesperados, entre espasmos y gemidos, residuos de un llanto enfermo. Ocaso de una obra mañanera que pude tolerar escuchando ese último disco de Jazz que compraste para halagarme, para subirme al caballo cansado.Ya son las doce y media, pasó otro encuentro. Perdí la cuenta, las caricias de Lucía, las manos entre tus piernas, y el último colectivo que me aleja de vos para siempre.


Maxi Sack
30/05/09

viernes, 19 de junio de 2009

Entrevista a Schmidt, enviada por Néstor Mendoza

1º parte de la entrevista realizada a Esteban Schmidt por gustavo noriega y javier porta fouz para la revista EL AMANTE Nº 200 ENERO 2009.

JPF: ¿ESTÁN BOICOTEANDO EL LIBRO? TIENE MENOS RESEÑAS QUE CASI CUALQUIER OTRO.

Habría que ver eso.. A lo mejor uno está mirando de más, está como buscando a ver si le dan o no. pero en principio nadie me llamó ni me preguntó nada. En los diarios no hubo una sola nota; pero bueno, capaz que todavía puede haber.

GN: OBVIAMENTE, HAY DOS MOTIVOS: O NO SE CUBREN TODOS LOS LIBROS, O LA GENTE QUE COMENTA LIBROS EN LOS DIARIOS MAMA DE LA TETA QUE VOS ESTÁS PONIENDO EN UN LUGAR MUY INCÓMODO. LA GENTE A LA QUE LE CAUSA FELICIDAD ESTE LIBRO ESTÁ MUY AL MARGEN DE TODO ESE CIRCUITO.

Pienso que sí, lo que pasa es que a veces si una cosa se pone de moda, más allá de lo que el texto diga, la gente sigue la moda. los tipos podrían haber dicho "ay, qué lindo libro, qué loco el chabón" y van y lo cubren, pero la verdad no quisiera adelantarme... Me parece que todavía hay tiempo, porque salió en noviembre y las novedades por mes son muchas. A lo mejor hay alguien que en este molmento está preparando algo más grande que una pequeña reseña y yo no lo puedo saber.

JPF: ¿Y EN LAS REVISTAS SALIÓ ALGO?

Sí, salió un adelanto en rolling stone. Eso fue también porque yo fui columnista político de esa revista durante estos últimos años.

GN: ¿SEGUÍS?

No. ahora hice una nota que era como una cobertura de la gira de una banda que se llama las pastillas del abuelo. Pero ahora prefiero no hacer más notas; prefiero poner todo mi laburo mental en escribir cosas que se parezcan a lilbros o en hacer algo así como una serie de periodismo, como esto de los TP. Por otra parte, la guita es muy mala en el periodismo como para seguir invirtiendo tiempo ahí,no hay futuro económico con eso, no hay cero kilómetro y no hay carrera a construir. Yo puedo ser el columnista de la rolling stone para ser el columnista de la rolling stone para ser el columnista de la rolling stone... no hay viaje hacia delalnte o hacia arriba, no pasa nada. No es que de pronto me convierto en no sé qué por la acumulación de artículos o tiempo o por el buen trabajo. Si no hay carrera, si no está la plata y ya no te produce ningún efecto emotivo el hecho de que tu nombre esté escrito en la revista, eso está terminado.

GN: ¿Y DE QUÉ VIVÍS?

tengo tres talleres de expresión, lo que me reproduce calóricamente. No me alcanza para irme de vacaciones, pero me reproduce calóricamente. Supongo que algún día tendré más suerte y un libro venderá más o alguien me pagará algo, no sé. Pero no, vivo de eso: soy ayudante en la UBA- en taller 3 de Comunicación- y tengo tres talleres en casa. Es una vida tranquila: reproducción calórica (mínima), simbólica (mínima). No tengo familia; eso ayuda a que uno pueda aventurarse mucho, boludear mucho... nadie depende de mí, así que es fácil. Ahora en el verano supongo que me voy a fondear con mis viejos. Me gusta la palabra fondear. Es de economistas: "Las grandes empresas se fondean en el exterior". (Risas)

JPF: ¿Y LA POLÍTICA? ¿CUÁNDO FUE LA SALIDA?

Para mí se cuenta en internas: mi última interna fue en el 91. Yo milité en el radicalismo, y lo último que yo reconozco como algo que vos hacés con arreglo a fin (por ejemplo, una inversión de tiempo, socialización en el comité, etcétera) fue en las internas del 91, que por otra parte fueron las que ganó el delarruismo. Así que yo más o menos para esa época dejé de militar en la UCR. Después siempre estuvo la cosa neurótica de mantenerte "en algo", pero como fuerte manifestación moralista, uno tiene un Sarmiento mezclado con un Juan Carr metido adentro. Te hacés un personaje súper decente de que uno quiere ser Mick Jagger.

JPF: DECÍS "NO ESCRIBO MÁS PORQUE YA ESTÁ, CON LA POLÍTICA YA NO ESTOY MÁS". ESTE LIBRO ES UN LIBRO SOBRE UNA DERROTA.

Sí, yo pienso que hay que hacer una discriminación entre autor y narrador, que es un poco complicada pero para mí es necesaria. Yo pienso que sí, que es como un discurso de despedida.

JPF: ESA DISTINCIÓN SE PUEDE HACER PERFECTAMENTE, DADO QUE HAY UN NARRADOR, PERO...TUS PRIMERAS PALABRAS ACÁ SON MUY PARECIDAS... HAY UNA IDEA DE DERROTA; ES MÁS, EL NARRADOR ÉSTE TIENE MÁS ENERGÍA.

Claro, él tiene más energía, yo hablo con más humildad (risas). Creo que hay que decir las cosas con humildad y no con esa energía; es una cuestión más estética esa polenta. Yo necesito que vos me leas... si yo te digo "eh, bueno, más o menos", no funciona.
Pienso que eso sería un discurso de despedida de alguien a quien le tocó la adolescencia justo cuando se abría la vida democrática, entonces fundió toda esa vitalidad y optimismo de esos años en esos años. Creo que igual, más allá de que todo esté reventado y que la democracia haya resultado de tan poca calidad, el retiro de la política no siempre se explica por lo deforme que resulte el ambientey que uno que es una bellezano puede seguir respirando ese aire, sino que simplemente hay cosas que no son para uno. Estebitan, el narrador del libro, o yo habríamos dejado el PT de Lula, también, qué sé yo. Yo desde chiquito ya sabía quién era el Secretario del Departamento de Estado de Estados Unidos, estaba en quinto grado y lo sabía. Pero no lo sabía por un compromiso precoz en los asuntos mundiales, sino porque capaz me interesaban las conversaciones de los adultos porque habria una situación en tu casa que te hacía interesarte en ellas. Entonces si los adultos hablaban de esto, vos lo escuchabas y lo portabas en tu mochila. Pero tampoco era porque uno fuera el tamborcito de Tacuarí.

CONTINUARÁ.......

Mala Literatura


De: adrian carrascosa adriancarrascosa@yahoo.com.ar
Asunto: comentario sobre forrest
A:
nesmendoza@yahoo.com
Fecha: viernes, 19 junio, 2009, 1:35 am

Nestor escribi un comentario salio un poco largo, pero esta bueno (por lo menos estoy conforme) te lo mando porque hoy a la siesta no pude enviarlo, no entiendo bien como agregar el comentario, si vos puedes envialo. Hoy por la noche volvi a intentarlo nuevamente y nada. Como es la primera vez que intento enviar algo, tal vez me estoy comiendo algun paso. abrazos.



La "mala literatura",siempre genero rechazo, ofuscó a los señores que creen resguardar el valor de la literatura en eso que llamamos "cuidar el estilo", pero de esa mala literatura de esos géneros menores o bajos, salio lo mejor que tiene la literatura argentina hoy, desde Macedonio Fernández, Roberto Arlt, Manuel Puig, Osvaldo Lamborghini, Perlongher, Zelarayan, Cucurto, y por último el que domina la atención de críticos y lectores: Cesar Aira. Por que estos escritores se alimentaron de esos discursos sociales para demostrar que hay literatura en esos pequeños "detalles" de la vida cotidiana, y ahí esta el mingitorio de duchamp que vino a cambiar la mirada del arte de principios de siglo XX y nada volvió a ser igual, porque en esa lógica de la provocación, porque en esa tomadura de pelo cuestiono los valores "de mirar el arte" para hacer estallar y revelar nuevos horizontes de valores.
Ya lo decía Arlt en su famoso prólogo a los Lanzallamas, "el futuro es nuestro, por prepotencia de trabajo. Crearemos nuestra literatura, no conversando continuamente de literatura, sino escribiendo en orgullosa soledad libros que encierran la violencia de un "CROSS" A LA MANDÍBULA”. Y la prosa poética de Néstor genera eso, rechazo y al mismo tiempo es provocativa, potente, nos puede gustar o no, lo que es innegable es que esta buscando una voz propia tal vez no sea su mejor texto (y los tiene) pero, Néstor trabaja con el lenguaje que otros descartan, eliminan para volverlos a resignificar en sus textos, para dar imágenes potentes, provocativas. La literatura , por lo menos para mi, tiene que molestar, movernos, y sobre todas las cosas tiene que remover las tripas. Además en este texto encontramos referencias a lo alto y lo bajo y allí están los pichiciegos de fogwill y el mito de Sísifo de Camus, escondidos, apenas asomándose tras bambalinas, mimetizados, porque no es lo importante ese discurso, sino el otro el que otros rechazan, ese es el que gana por nocaut.
Estoy seguro que no es su mejor escrito, o no es lo suyo el formato narrativo, pero si funcionan bien, los párrafos aislados, el primero es muy bueno, con ese cierre de ese gran tema (¿se usa todavía decir “tema”?) de Calamaro. Además de ese tono provocativo que mencionaba más arriba, sus textos siempre tienen esa combinación binaria entre lo insociable y lo afable “…Como un pichi comiendo chocolate amargo y abrazado a la foto de una chica rubia de un colegio de barrio norte. Y aspiraba el olor de la pólvora. Y para no pensar en los gurkas, para no hacerme en los pantalones, soñaba con ella. Su piel rociada con perfume caro, su aliento a café con leche de la mañana. Soñé con volver y amarla para siempre como en esas películas francesas que hacen lagrimear a las universitarias sensibles: Amelié, La Doble Vida de Verónica.”
Siga adelante compañero, porque uno no escribe para la satisfacción de las personas honorables.

Adrian Carrascosa

lunes, 15 de junio de 2009

FORREST GUMP TAMBIÉN JUGABA EN BOCA, por Néstor Mendoza

FORREST GUMP TAMBIÉN JUGABA EN BOCA




Como Forrest Gump la vida me lleva y me trae. Y corro porque sí. Por ganas. Por prepotencia. Porque me pierdo y luego, me busco, y a veces me encuentro. Y sin saber. Y sin querer, me entrevero en guerras… Ya estuve en Vietnam. En Malvinas. Estuve como un Vietcong desesperado con el cuchillo en la jeta rezando a mis dioses para que el puto NAPALM no llegara. O en un pozo de zorro como un ciego. Como un pichi comiendo chocolate amargo y abrazado a la foto de una chica rubia de un colegio de barrio norte. Y aspiraba el olor de la pólvora. Y para no pensar en los gurkas, para no hacerme en los pantalones, soñaba con ella. Su piel rociada con perfume caro, su aliento a café con leche de la mañana. Soñé con volver y amarla para siempre como en esas películas francesas que hacen lagrimear a las universitarias sensibles: Amelié, La Doble Vida de Verónica. No sé. No sé. Nunca la encontré. Porque las guerras terminan. Como el amor. Como la angustia. Y la busqué por los subtes, los trenes y los colectivos. Que habrá sido de ella? Seguramente antropóloga o licenciada en letras y filosofía. O tal vez una vedette poco conocida. Porque era linda hasta el desmayo. A lo mejor tiene críos rubios paridos en algunas noches con un rugbier del SIC. Y yo aquí en la llaga del Estero. En el bar de la UNSE con mi mp3, con Calamaro que me dice: “estoy perdido y no sé porque, y las cosas no vuelven a su lugar. Oh oh oh que vida cruel!!”
Pienso como un condenado, y llevo la piedra hasta la cima, para verla caer. Caer.Y se que eso lo leí por ahí. Porque Alberto era un francés que escribió sobre el suicidio y también dijo que todo lo que sabía sobre moral lo aprendió del fútbol. Y me acuerdo que a los diez años quería ser Gatti en la bombonera, el poeta flaco y de vincha, inventando locuras bajo los palos. Y el estadio aplaudiendo a rabiar. Pero el fútbol también se acaba. Se muere. Es una peste porque ya no veo pelotas hechas con medias viejas, ni changuitos descalzos llenas de salitre las patas.
Como el eternauta de Oesterheald viajo por el tiempo. Y enloquecido espero a los soldados de la sucia y Triple Alianza. Ahí en el Paraguay con mis camaradas adolescentes, la cara llena de betún, para parecer grandes. Para que los triples, los miles; los de Mitre, no se den cuenta. Y para no hacerme en los pantalones ensayo un Sapucai. Largo como el amor por ella. La tejedora de mantas, la cocinera metafísica del borí-borí.
Y me agujerearon el estómago de un sablazo. Y caí. Y besando mi tierra colorada me creyeron muerto. Pero no. Después quedamos pocos machos y mucha hembra viuda. Y en la tierra colorada, ahora de sangre, tuve que hacer muchos hijos con muchas. Porque había que hacer de nuevo la Patria en medio del humo y las esquirlas. Y las amé a todas. Como pude. En los ratos libres. Porque había que hacer casas y limpiar las calles de tanto cadáver desparramado.
Pero eso fue hace mucho.
Fue ayer.
No sé. No sé. Soy una argentovenezolano, un paraguaboliviano, un barrilete con título de LOST IN CONTRERAS que ama a las mozas de bar, a las chicas de doméstico servicio. Y si caen lágrimas de búho no importa que vean. Yo lo mismo ensucio este cuaderno con deseo de meterte un gancho al hígado y te enteres de una vez, que estoy así: midiendo lo que mido, pesando lo que peso y pensando lo que pienso. El café se enfría y no dejan fumar… Tengo los dedos pegados al celular. Y espero que ella… Pero no sé. No sé.



Néstor Mendoza

sábado, 13 de junio de 2009

De soledades y tristezas, por Diana Beláustegui

DE SOLEDADES Y TRISTEZAS.




Intentaba recuperar el aire perdido. Todo el cuerpo le dolía más el alma aun no despertaba, sumida en profunda conmoción. Arrastrando un poco los pies se dirigió hacia la habitación y ni bien se recostó en la cama quedo profundamente dormida.
A las dos horas y treinta y cinco minutos sus ojos se abrieron, intentó incorporarse pero no pudo, era como si ya no dominase aquel cuerpo, permaneció tendida, como una muñeca de trapo, mirando más allá del techo… pronto comenzó a tomar conciencia de donde estaba, de lo que había pasado y lo hecho.
Sentía como el corazón se le inundaba de tristeza, cocido y zurcido mil veces, era un estropajo, la coraza se le desprendía en jirones deshilachados dejando filtrar la angustia y desazón.
-Que tristeza más honda tengo rasgándome el pecho- exclamó en voz alta- tendría que haberme acostumbrado ya al dolor pero no lo hago y siempre termino desmoronándome… ¡cuantas lágrimas derrame en mi vida! Cuantos rincones de mi casa fueron escondites para que nadie más supiese de mi dolor- pensó en él y reflexionó- Toda mi existencia buscando cariño, contención, un brazo protector, una palabra dulce… supongo que todos tenemos esas necesidades, pero yo las anhelaba tanto. ¡Tanto! Hacía mucho que no me sentía tan triste, esta soledad me carcome el alma, me roe los huesos. –miró hacia la ventana y continuo pensativa – cuando era chica podía estar rodeada de gente, pero que tristeza y abandono me torturaban por dentro. Recuerdo que solía entrar a mi cuarto, cerrarlo, apagar la luz y acurrucarme en un rincón para llorar mi desdicha. Nunca me faltó mi madre, nunca me faltó mi padre; pero tenía esa herida dentro. Y fui creciendo. –explicó – a veces creía ser una más y hasta llegaba a sentirme normal – silencio – pero luego caía y la tristeza y la soledad me golpeaban recordándome que no soy como los demás.- Silencio de nuevo- ¡Me duelen tanto las manos! ¡Y todo está tan sucio! ¿Qué será de mi vida ahora?- preguntó, como si estuviese intercambiando confidencias con alguien- Antes él me levantaba el ánimo, me cuidaba cuando esos sonidos no me dejaban pensar… Me solía sentir extraña. Como flotando por el aire, ajena a mi cuerpo. Últimamente eran situaciones muy espaciadas, poco frecuentes… él me ayudaba. Él era mi cable a tierra, mi bálsamo para el alma. No sé que pasó después, con el tiempo comencé a sentir que no me prestaba atención… y comprendí que ya no me amaba. Él siempre juraba quererme, pero muy dentro de mí sabía que algo había cambiado, volví a sentirme sola con frecuencia e intensidad. Una mujer sabe. Una mujer lo intuye. Lo miraba dormir y lo odiaba, no se cuando comenzó a molestarme su manera de hablar, de mirar, de pensar. ¿Habría sido la rutina? Supongo que eso minó la relación y creó un abismo justo en el momento en que yo necesitaba de un abrazo, un beso, una caricia. ¿Pedía mucho? ¿Era tan difícil llegar y abrazarme… darme un beso? – las lágrimas le corrieron por el rostro - ¿Era tan difícil?- grito ahogada y se repitió lo mismo gritando una y otra vez, luego cayó en un sopor que la dejó sin fuerzas, casi dormida, un poco en si, un poco en otro lado.
-¡Ay Dios mío! – Lloriqueó media hora después- ¿Porque me duele tanto? ¿Porque lo amo tanto si él a mi no? ¿Porque tengo que suplicarle cariño? ¿Por qué? ¿No lo merezco?- Se convulsionó en un llanto profundo; en cuanto se fue calmando se sentó, los ojos hinchados, la nariz colorada, había otro brillo en la mirada, era como si la mujer destruida hubiese quedado laxa sobre la cama y otra se levantara en su lugar, nueva, titánica, radiante.
-Hoy comienza mi vida. Seguramente si abriese la ventana, estaría saliendo el sol y una mariposa revolotearía junto a mi cara y me haría cosquillas en la nariz- Sonrió imitando con la mano el vuelo de la mariposa.
-Seré una mujer nueva, exorcizada ya de malos sentimientos, seré más fuerte, más risueña, tranquila, no andaré apurada, transpirando, temblando de ansiedad, reiré más, lloraré menos, cantaré más, rezongaré menos.- Se levantó con ganas y se paró erguida, brazos arriba, piernas separadas, cabeza en alto.
-Se está gestando en este momento un nuevo ser. Hay un nuevo ADN. Las células se están regenerando… voy a nacer, una nueva mujer puja por salir.- Caminó hacia la cocina dando vueltas, danzando eufórica y tomó un cuchillo.
-Estoy lista, necesito salir y respirar por primera vez- acercó el cuchillo al brazo y con un movimiento seguro y triunfal, rasgó la piel. Comenzó a hacerse cortes en la panza, en las piernas, en el pecho… y a disfrutar de ese dolor que le auguraba una vida mejor. Se veía nacer. Estaba saliendo de ese traje gastado, viejo, vapuleado, maltratado. De cada zona en donde la hoja del cuchillo abría una zanja, una luz refulgente emergía. Ese dolor profundo, le daba calma y seguridad, sentía que su alma dejaba de sufrir. La metamorfosis era necesaria y ahora que lo meditaba mejor tal vez toda su desdicha y desventura fueron la crisálida, ahora sería más valiente y fuerte. Caminó hacia el espejo, más no pudo mirarse, su propio brillo la enceguecía. -Vuelvo a la vida, con una nueva vida. Tengo otra oportunidad, todo será hecho con corrección, no suplicare por amor, no lloraré a escondidas, hablare fuerte, miraré a los ojos, reiré a las carcajadas… ahora comprendo que era necesario dejar todo para recomenzar, cuando él despierte se encontrará con la muda de la vieja mujer y entenderá que ya no lo necesito, que ya lo he superado, llorará desesperado, se tomará de la cabeza con ambas manos y se tirara del cabello, impotente, comprendiendo que me ha perdido, que debió valorarme, que todo lo que me había negado fue el motor de una nueva búsqueda, que su desamor fue el impulso que estas alas necesitaban para volar, resurjo siendo una persona parecida a las demás, ya no seré extraña, caminaré como el resto del mundo sin que voces desconocidas me atormenten la mente, sin que tanto dolor signe mi camino.-
Abrió la puerta con fuerza, haciendo a un lado con el pie el cuerpo inerte de un hombre que tenía el rostro horriblemente desfigurado con cortes y golpes… y salió feliz, sonriente, los ojos desorbitados, el cabello despeinado, semidesnuda, la piel hecha jirones… desangrándose.

viernes, 12 de junio de 2009

Ecos, de Oscar Ortiz

Ecos

Los puentes unen dos costas
pero separan un río,
en un futuro de hierro
el hombre se vuelve grito

Vive en sus sueños la verdad
aunque la mentira devore al mito
en esta jaula de miedo
de tiempos perdidos

Desaten estos versos
la embriaguez, el delirio
aquellos que arrojamos
a la hoguera del olvido

Ahí donde el opio de la gloria
se disfraza de destino,
mientras la historia se deshace
entre letras y algoritmos

Realidad de sombras es la ciencia,
peón y rey de la apariencia,
cuando también verdugo
de Dios y sus miserias

En el ocaso buscamos lo divino
condenando lo bello, lo altivo,
no hay dolor, tampoco alivio,
solo ecos de aquel grito

20-J: The Schmidt Manifesto

Esteban Schmidt nos ofrece su visita en La jeta literaria y dará su Manifesto literario: dos o tres autores que deben ser leídos en lo que resta del siglo XXI.
Luego de la jeta presentará su libro a las 19 hs. en una librería local (Hiperión).


"Nosotros, que nos creemos hermosos y malditos, prácticos, modernos y generosos, sabios y geniales, porque todos lo dicen, somos cínicos en público pero sólo para no dar tanta ventaja a quienes no les importa absolutamente nada ni nadie..." (THE PALERMO MANIFESTO)


Esteban Schmidt nació en 1967. Integró la primera camada de dirigentes políticos juveniles forjada entre la salida del régimen militar y los inicios del actual período democrático. Militó diez años en la UCR y luego se dedicó otros diez al periodismo en medios como Página/12 y Rolling Stone. Actualmente es un puntal de “Los Trabajos Prácticos”, una página web de culto
(http://www.bonk.com.ar/tp/author/Esteban+Schmidt/)
También coordina Talleres de Expresión y juega al tenis. THE PALERMO MANIFESTO es su primer libro.

Además escribió en los siguientes libros colectivos:
"Pensar Cromañón – Debates a la orilla de la muerte joven: rock, política y derechos humanos". Emecé, varios autores, 2008.
"Los días que vivimos en peligro. Dieciséis escritores argentinos narran los hechos que conmovieron al país (1982-2008)". Emecé, varios autores, abril 2009.

Crítica de Gustavo Noriega:

Un libro brutal, molesto y abrumador
“(…) The Palermo Manifesto es un libro brutal, molesto y abrumador. Tiene un efecto intoxicante, embriagador, fuertemente liberador. Se lee varias veces: la primera vez con asombro y luego, marcando párrafos, leyendo en voz alta, entre risotadas, los más salvajes y esclarecedores. Luego, se vuelve a leer y uno vuelve a reír y a sentir un sabor amargo.”
Nota completa en:
http://hipercritico.com/content/view/1161/42/

Fragmento de su libro en:

“Hermosos y malditos”
http://www.diarioperfil.com.ar/edimp/0309/articulo.php?art=10792&ed=0309

lunes, 8 de junio de 2009

Coger y decir con doble ere y eses santiagueñas

Aclaración: Nos dio pereza(a la autora y al que publica) corregir los signos de puntuación. Traten de entender, no la pereza, sino el desorden de ideas. Este texto fue escrito a propósito de la primera reunión de La Jeta.


La negra me pidió que posteara algo, algunas líneas post-inauguración de La jeta. Y aunque jamás se ingresó en el plano de los detalles, de los qué y los cómo, bien porque ya estábamos en su casa en posiciones demasiado horizontales (leáse muertas, fatigadas, y evítense en este caso lecturas eróticas), bien por eludir demagogias y sacarle provecho al mecanismo de las palancas (tiro fuerza y potencia, y el resto, que puedo aceptarlo o no, le toca al otro), o bien porque a veces se está casi en el terreno de los sobreentendidos … imagino que en una primera lectura puede presumirse – de hecho, yo debo haberlo hecho – que el pedido de la negra y otras cositas de la Jeta (el blog, el cuadernito verde limón para firmas y graffitis…) responde a un afán de registro, de burocracias, oficialismos y demás.
Pero como no puedo con mi genio y necesito ir más allá – y de ésto que sigue y lo anterior yo me hago cargo, y entiéndase que no por solicitudes externas y menos aún en rol de portavoz o algo que se le parezca– pienso que el afán de postear un par de letras en un blog, de volcar por escrito algo, de hacer círculos para que en el medio tropiecen y se codeen con trifulca o guiño de ojo de por medio las palabras… de coger y decir en castellano, con ge, con jota o con doble ere y eses santiagueñas, a conciencia o no, va en busca de dar materialidad a algo que para mi forma de ver las cosas supera el que conste en acta.
Se me instala en la cabeza por ejemplo una de las tantas nociones que pude manipular en mis años de estudio: “Nombrar algo es crearle una existencia”. La palabra, y nada más que la palabra (dicho ésto en términos genéricos: verbal, visual, sonora etc…) al menos en esta tierra, es lo que amasa la forma y el concepto: la tuya, la mía, la de la realidad, la de las realidades, la del cosmos, la de lo extraterrenal, la del todo.
Si a lo que aquí y ahora intenta dársele existencia, nombrándolo, es un grupo literario, un paradigma en materia de escritura artística, un punto de encuentro para lunáticos en actitud de rascarse los pupos, un espacio de intercambio y cruce de lecturas que a posteriori o no enriquezcan algunos papelitos que andan rondando en nuestras casas en cajones de escritorio o archivados en la compu – y que presumo no son más que un signo de la necesidad de decir y coger en nuestra lengua y no en otra; de los cuales algunos, con un poco de suerte, habrán llegado al orgasmo –… me atrevo a decir que por el momento es secundario. Además es una materia en la que, si se quiere llegar a algún lado, poner en marcha un enunciado o fórmula del tipo “yo digo, tú dices, nosotros decimos, luego ésto existe”, claro está que supone un área de confrontación y fricción de códigos que no lleva tiempo, sino ciclos, y muchos más ingredientes que éso.
Sobre el asunto entonces, el “a qué se busca darle forma y existencia con todo esto” – el porqué, para qué, cómo, cuándo y quiénes – casi han diluviado las indagaciones, explícitamente o no; y si me atrevo a decir que para mí al menos la cuestión por el momento es secundaria, no es porque la alternativa de pronto pueda parecer que no hago más que buscar refugio o caparazón en el arca de Noé. No es éste el caso: primero porque no tengo todas las respuestas; y segundo, porque si las tuviera, quiero creer que una o dos voces no tienen porqué ser en ésto eco del resto del coro, y el coro aquí, sabemos, es amorfo y demasiado heterogéneo…
En cualquier caso, si me parece secundario por el momento, es porque me atrevo a conjeturar que en Santiago el primer conflicto a la hora de tratar de gestionar algo en materia literaria y hasta de otra índole es otro: la primera parte de aquélla proposición. Nombrar algo, aniquilar silencios, encontrar la palabra, si se quiere nuestra palabra, pulir garganta y voz para verbalizar todo o algo de lo que toca nuestros sentidos, para verbalizar el mundo. No sé cuál, porque sé que como muchos quiero decir mundos, pero estoy en la búsqueda de la forma de sustantivar y darle forma a ésto y creo, por implicaturas que puedo hacer a partir de lo que escucho, que a muchos les sucede lo mismo. Entonces mi punto es éste: si el conflicto es nombrar, nominalizar – y ésto va más allá de la problemática de la coerción y censura cultural –… de ahí que en literatura y en otras dimensiones nos ha costado (el que quiera acoplarse al plural lo hará) “crear, dar germen, gestionar existencias”. De lo que fuere: una hoja de paraíso, una cáscara de mandarina, el Carlos V, los campanazos de la casa de gobierno cada vez que pasa una hora, nuestras vaquitas y chanchitos que algunos tanto detestan… Viene y por ahora no, creo, al caso.
Lo extraño y quizás no de todo esto, es que también no pude evitar que se me venga a la cabeza de pronto la teoría del caos y el orden; claro que a riesgo de simplificar (seguramente eso estoy haciendo) ese magnífico sistema de explicación del devenir de las cosas. Esto lo traigo a colación porque aunque a la negra me la cruzo un poco más que al resto, porque aunque sabía que lo primero que venía en camino era Mairal, su tecno-erotismo y otras yerbas; el hecho de que aquí y ahora un cuento del susodicho autor me venga como anillo al dedo para decir el cúmulo de ideas que quiero decir, coger, y que quiero tratar de coger, tomar, asir y decir en mi lengua, no tiene nada de programático, no responde a un plan ni nada por el estilo.
Entonces una alternativa de lógica me dice que el caos y el orden son las dos caras de una misma moneda, y que si en el primer encuentro de la Jeta nos dimos con que muchos que andamos por el mundo sueltos como pelusitas en una suerte de caos cósmico – sí, puede ser, como la de Forrest Gump – tenemos alguna que otra inquietud en común; y que si Mairal, no porque haya sido previsto, hoy me viene y nos viene si se quiere como anillo al dedo para hacer un poquito de exégesis de algunas ideas que salieron a flote el sábado… es porque no todo es aleatorio y las piezas no están del todo inconexas. El efecto palanca, el efecto mariposa o el efecto gota de agua también han andado rondando por Santiago (no podía ser de otro modo, alégrense, algo nos dice que somos parte de un todo), y lo que puede parecer caótico puede revelarnos desde otro enfoque algún orden de cosas.
Espero no estar yéndome por la tangente y estar siendo medianamente (no pido más) clara. Esto, tomar a Mairal para darle lectura a algunas cositas a las que les dimos la licencia de fluir el sábado y que, si se quiere profundizar, están concatenadas con más cosas e intentan decirnos mucho más, también es un esfuerzo de indagación. Quiero creer que si los signos de interrogación eran uno de los denominadores que pudo vislumbrarse el sábado que tenemos en común, en muchos de ustedes también habrá hecho mecha alguna vez ese esfuerzo de indagación. Quiero creer también que la lectura que se hizo de Mairal el sábado no se cerró (cada uno habrá dejado puertas abiertas para seguir resignificando el texto) y que la misma no quedó circunscripta en esa cadena de asociaciones que suelen ser comunes cuando el punto de partida es un rótulo que tiende a encasillar, en este caso, la literatura erótica.
Lo que quiero decir con ésto es que si algo puede quedar en limpio sobre Mairal, a quien jamás había leído, no es sólo un discurso atravesado por la isotopía de lo sexual y lo erótico, o un registro que es factible que con cierto afán de búsqueda de efectos semánticos prescinde de eufemismos (es decir, por algo lo hace)… porque sería poco. Poquísimo. Si algo puede rescatarse aquí, y esto va a título personal, es que el señor para decir lo que le apetecía decir encontró nada más y nada menos que su palabra. Nombró algo y gestionó, sin rendir cuentas a nadie, el discurso para hacerlo. Hizo gárgaras con agua y limón, y dio rienda suelta a su ya entonada garganta. Si ese discurso y esa forma es el resultado de la confluencia de muchos otros que en un principio no fueron suyos no viene al caso, hasta es insoslayable, porque al fin y al cabo, a posteriori, de ese insumo el señor cogió un poco y creó lo suyo para terminar cogiendo y asiendo algo (un fragmento de mundo o lo que fuere) y luego arrojarlo y proyectarlo en sus papeles y en su propia lengua.
La analogía y la dualidad semántica que revela el título del cuento de Mairal que se leyó el sábado no me parecen ingenuas. Qué acto más potencialmente comunicativo que una cojida, que el acto sexual. Si existe una posibilidad de comunión en esta tierra esa es una de las pocas vertientes para materializarla. De ahí que la relación analógica entre la cojida, la cópula, lo que une y anexa y, por otra parte, el lenguaje, nuestra lengua, el castellano, la comunicación entre culturas, la fricción o intersección de códigos… no es para nada, me parece, un desacierto como recurso para plantear tópicos que trascienden lo meramente erótico. No en balde Mairal nos grafica un personaje que después de vivir con todos sus poros el éxtasis lingüístico, el orgasmo de la palabra, se muda de país, de lengua, de hemisferio y ahora coge (dice) poco y callado, haciéndose tristes pajas (puede figurárselo aquí sin saliva o hasta con la lengua mutilada) a la una de la mañana con el recato de por medio de no manchar la alfombra adquirida en cuatro cuotas en Ikea y eyaculando por eso en una hoja de rollo Paper Towel Extra Absorbent comprado en el Wal-Mart de Baron Drive.
Las estructuras a las que puede subordinarse el hombre a la hora de decir se dejan leer por sí solas. Estructuras, vale recalcar, extranjeras. Se podrá decir: ¿Qué pueden tener de nocivo las estructuras lingüísticas? ¿Hay acaso otro modo de desplegar universos de contenidos que no sea una estructura, una forma, un lenguaje? El quid de la cuestión es muy probable que sea otro: ¿Con qué estructuras lingüísticas quiero decir mis mundos: con las mías o con las de otros? ¿Se puede legitimar una lengua e invalidar a otras? ¿En un espacio micro todos tenemos que hablar una misma lengua? ¿Cuáles son los caminos para encontrar la palabra, pero no cualquiera, sino mi palabra? El planteo: “Problematizar la palabra, problematizar el sexo, la cópula, el nexo, la comunicación”. Otro naipe que entró a jugar a la cancha. Otra vez estuvimos y estamos ante el caos: los elementos sueltos que tal vez no son más que piezas de un mismo orden.
Como muchos, no sé en términos generales adónde apuntan aquí y hoy las balas. El caos, que sospecho que responde a algún tipo de orden, aún me resulta eso y no mucho más que eso: un caos. Conozco mis búsquedas y las de algunos de ustedes, lo que tampoco sé que tiene del todo una forma precisa y acabada, y no basta. Si estuve sentada ahí el sábado, fue porque pacté con la idea de que no iba a haber preconceptos ni predeterminaciones… de que hay un afán de despojarnos de eso en la medida de lo posible, porque es algo que siempre está latente… de que es demasiado pronto para arrojar lineamientos pero no puntos de partida.
Si en el futuro hay un blanco adonde apuntar bienvenido sea. Si ese blanco me parece digno prepararé las balas; si no lo es a mi criterio me haré a un lado en la fila. Si los tiros fallan continuaré en la búsqueda y sabré, aunque suene pelotuda la metáfora, que un día alguien estuvo conmigo y viceversa en la batalla. En un campo de batalla todo puede pasar: se entra a conciliar, hay que cuidarse las espaldas, se necesitan rótulos para darle funcionalidad y algo de lógica a lo inaprensible (los enemigos, los camaradas, los poderosos, los que se sublevan, los subordinados, los que no están de un lado ni del otro…)… Pero lo más comunicativo y lo que puede hacer cópula: nos salvan y salvamos.
Todo eso y más está ahí y no lo ignoro. En vano sería intentar hacerlo y no es mi opción. Pero mis balas por lo pronto, porque tengo derecho a tener un blanco en mente, no tienen energía para detenerse en eso, o quieren ahorrarla para otras cosas. Para continuar por ejemplo surcando caminitos que me lleven a dar con mi palabra, y si se puede, a otros con la suya. Para que Santiago – y Santiago son muchos de los que me rodean: los que se sientan a tipear ficciones frente a una compu o en alguna hojita suelta, y los que están fuera pero no de ese papelito y ese monitor –, también pueda abrir la jeta y decir y coger en su lengua, con doble ere o el sonido que más le plazca, pero con su lengua y no otra.

Bilina
(Verónica Pizzella)

domingo, 7 de junio de 2009

Argentina-Colombia


múltiples intereses de la jeta literaria

Los jugadores hacen su precalentamiento en la vereda aprovechando el solcito. Mientras va cayendo el resto, hablan de la posibilidad de hacer un picadito al frente. Pero habría que poner cintas amarrillas, dice uno, a modo de partage lo permitido y lo peligroso. Llega el capitán Espeche en su motoneta cósmica y entramos en el Monumental de la Nueve de Julio para que comience el partido. Arranca mejor Colombia. No dejan jugar. Verón no tiene que jugar más, dice mi viejo. Pero si el Diez lo puso ahí es para reivindicarlo, pienso yo mientras me morfo un chegusán de salame y queso. La brujita representa esa literatura vilipendiada por los dueños de lo Mismo. Representa a los monstruos, los alien, los tipos huraños, los asexuados, los Borges…Huuuu!!!! La quita Macherano, se la pasa a Avel Pintos y arranca el drama de las clasificaciones con una gambeta neofantástica. De las tribunas bajan conejitos vomitados por el placer. “A mí no me quieran etiquetar la lectura” dice Oscar Córdoba mientras clava los tapones de puntas. Y el partido se pone trabado… dije trabado? Y ahora sí, lo que todos suponíamos, la hecatombe, la devacle total, una seguidilla de hechos bochornosos que involucra putas, gauchos homosexuales, un tío bombero, y uno que asechaba en el umbral. Esta literatura ya la hizo Tinelli. Qué quilombo por Dios. Pero bue, ya lo dijo Miguel Fumón : “Y, sin embargo, esta sutil línea de visibilidad implica a su vez toda una compleja red de incertidumbres, de cambios, de esquivos.” Entonces la Platea, que antes puteaba, ahora se ríe no sin un cierto malestar difícil de vencer, porque Argentina va ganando pero juega mal. Es que necesitamos imperiosamente que haya orden. A saber: a) los jugadores nuevos tienen que presentar currículum, b) la moderadora no puede renunciar y debe ejercer su función con mano dura porque el que no se calla por algo será , c) hay que respetar al otro y dejar hablar, d) hace frío en la biblioteca, e) el mate no tiene que estar tan lejos, f) que lo psicoanalistas no hablen de la significancia porque me trae recuerdos, g) abolir los recuerdos, h) escupir esta flema, i) atender el partido, o aunque sea a mi viejo que ahora lo putea a Riquelme, j) bañarme, k) en fin, pasan los dos minutos de descuento, el paisano toca el silbato, me levanto del perezoso y me voy a retirar una tele usada que me acabo de comprar.

Andrés Navarro

lunes, 1 de junio de 2009

HOWARD PHILIPS LOVECRAFT



El que acecha en el umbral: H.P. Lovecraft.
Por Eduardo Espeche.

La jeta literaria
Sábado 6 de junio de 2009, de 16 a 18 hs.
Biblioteca Provincial 9 de Julio, Buenos Aires Nº 131,
Santiago del Estero capital.