viernes, 30 de abril de 2010

Anotaciones de la calle (al pasar) - Mauricio Rey

937 caballos
2 de Septiembre
Peluqueria Unisex
Verdulería y Frutería
Gasista Matriculado. Plomero y electricista
Here comes the sun(*)
Sudoeste de la ciudad
Acondicionador. Restaura cabellos secos y dañados
Fanático Yo!
Un tipo tosiendo mientras canta
Planilla de fumigación
Aviso de visita
Prohibido fumar
Carga aqui
(La poesía está en cualquier lugar)

*"Here comes the sun" Canción, cuya autoria pertenece al beatle George Harrison.

jueves, 29 de abril de 2010

Un blog pinchado - Andrés Navarro


El anónimo cumple su función. Propone un quiero re truco. Esto tiene sus efectos; exige una elección, una respuesta: quiero, no quiero, quiero vale cuatro, pero para eso hay que ver las cartas que uno tiene y “jugar” según eso (sabemos cómo es el truco, puede no haber nada). Y la respuesta generalizada, me parece, ha sido el no quiero.


En este blog se planteaba la idea de un espacio para que gente publique sus escritos y haga sus comentarios críticos, así empezó y publicamos notas, cuentos, poemas y varios nos animamos a hacer eso difícil de comentar intentando fundamentar nuestras opiniones. Hasta que apareció “nuestro” anónimo. Le digo nuestro porque le tengo un cariño especial, como si de una mascota se tratara. Pero no cualquier mascota; se me figura una mascota tipo “Mordelón” de Futurama: un bichito aparentemente ocioso que lo único que hace es comer y cagar, pero que resulta ser un embajador en la Tierra, guardián contra los succionadores de cerebros. En fin, nuestro anónimo apareció haciendo el tipo de comentarios que ya conocemos, rompiendo o entorpeciendo esa idea primera. Mi primera reacción (hablándolo con otra gente) fue decir que no hay que darle bola para no darle existencia: en la medida que le contestemos el anónimo tiene una razón de ser, decía yo. Pero la razón de ser del anónimo no parece ser la respuesta hacia su “figura” sino que su razón de ser son los textos y comentarios nuestros. Esto lo digo a partir de ver que cuando empezó a decaer este blog en publicación de textos y comentarios, el anónimo dejó de “aparecer”. Y ahora, que publiqué un par de notas y que en la segunda nota se completó el círculo con un comentario, oh sorpresa, volvió el anónimo.


A sí que este escrito es para intentar otra cosa; por lo menos un “quiero”. Quiero quitarle por un momento de los dedos la “función” anónimo a quién sea que la encarne, para hacer parte a esa figura de “esta” figura. Esta figura consiste en tomar elementos del mundo y proponerles un nuevo lugar, no necesariamente mejor, sólo un otro lugar en la escena. En esta escena el anónimo es una estructura muy interesante, capaz de infiltrarse en un blog, pincharlo, prepotearlo, para decirle: ¡a ver, qué cartas tienes! Está muy bien.


Leo en Foucault: “Un texto anónimo que se lee por la calle en una pared tiene redactor; pero no tiene autor. La función autor es pues característica del modo de existencia, de circulación y de funcionamiento de ciertos discursos en el interior de una sociedad.” Nuestro anónimo, me parece, viene a cuestionar la “función autor” que manejamos. ¿Manejamos alguna? ¿O somos manejados por una idea de autor previa? Lo que viene a denunciar este anónimo es que “ese” autor ha muerto y lo que hay es un espacio vacío. Vacío de significación: vacío de textos, vacío de comentarios. Pero también dice el anónimo-Foucault: “Sería tan falso buscar al autor de lado del escritor real como del lado de locutor ficticio; la función autor se efectúa en la misma escisión – en esa partición y en esa distancia - .” Entonces de lo que se trata es de un momento, de una instancia inmejorable para ubicar a esa función nuevamente, o lo que querramos, en ese lugar vacío que se presenta.


Y cierro con las palabras del anónimo-Arlt: “El futuro es nuestro por prepotencia de trabajo… Y que los eunucos bufen”.


miércoles, 28 de abril de 2010

El sentido de una acción - Andrés Navarro


Mandarse al frente a que te peguen o inventar. ¿De qué se trata esto?
Está visto que hay mucho de lo primero. Hay un llamado a hacer el trabajo sucio: machetear un espacio, hacerlo transitable, a condición de hacerse visible. Hacerse visible, aunque parezca delirante, resulta ser un modo de objetalizarse; convertirse en blanco de los ladrillazos. ¿Se trata sólo de una voluntad masoquista de poner el cuerpo para recibir los golpes hasta que se cansen, así otros puedan hacer uso de ese espacio? ¿O hay ganas de inventarse alguito entre cascote y cascote? Habrá que ver de qué se trata.

domingo, 25 de abril de 2010

Algo de lo incompleto - Andrés Navarro



Dice Barthes en su El placer del texto: “(Placer/goce: en realidad, tropiezo, me equivoco; terminológicamente esto vacila todavía. De todas maneras habrá siempre un margen de indecisión, la distinción no podrá ser fuente de seguras clasificaciones, el paradigma se deslizará, el sentido será precario, revocable, reversible, el discurso será incompleto.)”

Pasado un tiempo de esa escritura, el discurso es incompleto… está. Esto está todo confuso aún, o recién empieza para mí. La experiencia de la Jeta me lo confirma. Intentamos diferenciarnos-distinguirnos de un, no sabemos bien qué, confirmando lo que decía Rolando, eso de las “seguras clasificaciones”. Y si pongo la palabra “paradigma” el asunto se termina de poner pesado. Mientras tanto, parece que de eso se trata. Año 2010, nos empezamos a reunir algunos enfermizos, después de cada evento para hablar y hablar y hablar y llenar de barro los pisos de los cafés ocasionales en los que nos metemos. Si parece que teníamos la garganta empolvada por el desuso, y no nos damos cuenta y hablamos fuerte y alguna señora rubia nos mira de reojo. ¿Qué decimos? Algo precario seguramente, algo revocable. Algo incompleto que genera el placer del encuentro pero también el goce de lo siempre insatisfecho. En esta andamos, y siguiendo con lo del francés: “esto vacila todavía”.

martes, 20 de abril de 2010

¡Eran gatos! - Luis María Rojas.

A mi me ocurrió que en mitad de una reunión
de negocios pensé sin saber por qué en los gatos
-que no tenían nada que ver con el orden del día-
y descubrí bruscamente que los gatos son teléfonos.
- Cómo se pasa al lado. Un tal Lucas -.

Da un poco de pena caminar por el lomo mojado de las veredas y montar esas serpientes multicolores que terminan comiéndose la cola indiferentes a nuestros pasos, pero da bronca al mismo tiempo, en días de lluvia, saltar esquivando sus escamas flojas por temor a mojar los pantalones hasta el ridículo y dar la nota en la casa de la señora Susana. Tal vez fueron esos saltos o el ritmo particular de las contorsiones corporales por evitarlas, las que provocaron que otra vez me sorprenda la cosa. Le digo así (la cosa) porque no se muy bien de qué se trata, es como una especie de suspiro profundo y repentino, como esa bocanada de aire que da quien estuvo mucho tiempo sumergido en el agua y de repente, asciende con el corazón en la boca a la superficie y respira. Todavía no deja de sorprenderme, surge inesperadamente como las visitas de Coco o una puntada: estoy perfectamente asido a la realidad, inmerso en los problemas cotidianos cuando de pronto ¡Zas!, esa falta de aire que me provoca una profunda aspiración que a su regreso (cuado exhalo) me devuelve al mundo, pero no al mismo mundo sino a uno que está más abajo o más arriba de aquel (todavía no puedo determinarlo), muy parecido al primero pero distinto. Un mundo donde puedo ver perfectamente que las veredas no son serpientes y que en realidad al mundo lo maneja un gato o, mejor dicho, varios gatos.
Abro los ojos nuevamente y me encuentro con mi conciencia tratando de palpar aquel mundo que se me escapa pero que sigue ahí, metamorfoseado, moviendo la cola nervioso, mirándome con los ojos bien abiertos y frotándose entre mis piernas como quien quiere llamar la atención. Retozo con este gato y me muestra cómo la realidad se multiplica, como se fragmenta en innumerables gatos que mueven y engañan a los hombres. Me muestra como subidos a los hombros de las personas, les tapan los ojos con sus colas mientras les ronronean al oído las obligaciones, los deseos, los quedate callado, la ley de gravedad, los miedos, los horarios, el principio de no contradicción y los pero a la próxima le canto las cuarenta. Me muestra cómo estos gatos son los que a diario sostienen nuestras vidas, exagerándolas, haciéndolas parecer importantes, son los que quieren darnos un sentido y cegarnos de la liviandad de lo real, el gato ponete el traje que te queda mejor, el gato dale el asiento a la señora, el gato levantate rápido que llegas tarde al gato del trabajo, el gato afeitate esa barba, el gato vas a ver cómo para todo problema hay un gato que te lo soluciona y otros gatos, más o menos astutos, que pretenden dar un norte a la torpe existencia humana. Así, todo se vuelve claro y sencillo ¿Cómo no nos dimos cuenta antes? ¡Eran gatos los que nos engañaban, los que querían dar sentido al sinsentido! Sin estos gatos que nos dicen qué es el mundo, el mundo es sólo el mundo, sin escalas, sin valor, sin angustias, sin sentido.
Pero tropiezo con una escama que inmediatamente se transforma en una baldosa y el dolor frío del raspón en el piso y la mancha barrosa de mugre, sangre y lluvia en mis pantalones me devuelve otra vez al espectáculo y la tragedia. Y, aunque ya no lo sé, me envuelve otra vez el gato show must go on y me maúlla al oído que tengo que cambiarme el pantalón, porque no puedo causar una mala impresión en la casa de la señora Susana y mejor no hablar de la vergüenza de volver con el pantalón todo mojado y harapiento en la rodilla (ese debe ser otro gato), aunque por suerte es tarde y de todos modos los vecinos nunca salen cuando llueve.

viernes, 16 de abril de 2010

Escritores Santiagueños: Julio Carreras, por Juan Aragón

Segundo encuentro del ciclo 2010 de la Jeta literaria
Sábado, 17 de abril de 2010.
16:00 - 19:00
Biblioteca 9 de Julio.
Reseña:
Julio Carreras es uno de los pocos escritores santiagueños comprometidos con sus ideales. Por eso es también uno de los pocos que ha estado en la cárcel durante la dictadura y conoció la persecución de todos los gobiernos posteriores a los militares, incluido el actual, de Gerardo Zamora. Ha incursionado en la novela, el cuento, la poesía, el ensayo y el periodismo, algunos de sus escritos han sido traducidos al portugués, al inglés y al italiano.Fue miembro del grupo inista ("Ini" es "infinitesimale novatrice internacionale). Se trata de un foro nacido en Italia, que tiene como idea destacar la belleza pura de las palabras, más de su significado y su origen. Como tal, escribió un manifiesto Inista, una de las más bellas páginas breves de la literatura mundial. Fue director de la revista "Quipu" y de otras publicaciones de efímera suerte, editor del suplemento de cultura del diario el Liberal y de páginas políticas de internet, por las que ha sido perseguido por los últimos gobiernos constitucionales de Santiago. Es un profundo creyente católico y ha hecho suyas muchas de las consignas ecológicas contra la depredación que sufre la Argentina en estos momentos, tanto por grupos internacionales del agro, como las mineras y otras. Este sábado a las 4 de la tarde, hablará de estos y otros asuntos, en la reunión que ha organizado La jeta literaria, en un intento de comenzar a conocer la obra de escritores santiagueños.

jueves, 15 de abril de 2010

Toma de aire y conciencia - Mauricio Rey

Los nombres de los lugares, las cosas y las personas no son elegidas al azar. En el caso de los seres humanos, lo llevamos como si estuvieramos marcados por el destino; aunque afirmamos que podemos cambiar el destino y tambien es cierto, de alguna manera, que hay un nexo entre el nombre y quienes somos , tambien es cierto lo contrario, por ejemplo alguien que se llamase "Cándido" o "Blanca" sean seres proclives a realizar el mal antes que el bien.Éstas relaciones pueden o no existir, pueden mostrar la parte de ese todo del que formamos parte o puede que sean sólo palabras vacias.

viernes, 9 de abril de 2010

Letras azules - Andrés Navarro

poema
en el bolsillo derecho de pantalón

poema arrugado
letras azules y verdades últimas

fuerza inevitable
lo busca toca
arruga mucho

rompe costura de bolsillo derecho
el poema baja
cae
o se escapa

manos de mano derecha
un intento fuera de lógica
separan
salen en persecución

poema de verdades enteras
errante por las calles
sin saber si se ha ido
escapado
o sólo paseo

la multiplicación de las manos
prolija envestida

hay un poema desparramado seco
disolviéndose en una vereda amarillenta

manos extensivas no triunfan
vuelven
reagrupan sus costados

hay un poema ingresante

poema nuevo
bolsillo izquierdo de pantalón
mano izquierda lo deposita
ejercicio presión
arruga

arruga letras azules

mismas verdades
vereda
busca salida

Devenir - Mauricio Rey.

Relojes, teléfonos, las cartas que escribiste, que respondí. Nuestras vidas a 400 kilometros de distancia; vos en tu pais de cerros, yo aqui frente al rio en la llanura. Nos preguntamos lo mismo, miramos y todos se hacen de alguna manera el mismo cuestionamiento: ¿Así debe ser? ¿Existen otras formas para la libertad y el pensamiento? Queda flotando una palabra, una respuesta, queda, pero no queda nada en sí.

sábado, 3 de abril de 2010

María

Oración a María en Diapositivas. Primera presentación del proyecto que denominé "Diapoemas".