Poema viviente
Para
Claudia
Esta ausencia de tu cuerpo va a terminar hoy,
rodará entre ladrillos, entre la ropa desusada,
Se perderá entre esas cosas que olvidamos.
Voy a ir a tu encuentro con mis huesos cargados,
me olvidaré de la muerte como un animal sin dueño,
jamás tendré nostalgia de esta soledad de viejo ciego.
Necesito de mis amigos vivos y de tu piel,
y de tu roce inesperado. ¡Qué se queden lejos los muertos!
¡Qué esperen con su angustia pegajosa!
Ya habrá tiempo para escucharlos.
¡Qué vayan a hablar con los viejos sin sexos,
qué lleven su lamento a la lluvia!
Hoy sólo quiero lo que vos has nombrado.
No necesito del rugir de la gente que se muerde,
de la que se quita el pan y el placer.
¡Qué se vayan con sus papeles y sus listas,
qué se vayan al mundo muerto de los precios!
Enséñame a bailar esa danza primitiva, sexual, mineral,
Abel Miranda
¡Un gusto leerte poeta!
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