
Como una rana
crucificada en la mesa
de un chico de escuela
a punto de hacer el corte
por primera vez.
Como un metal
ciego y hambriento
que busca placer
en el cuerpo rendido
de una mujer.
Como un amante
cansado en la cama
de la chica soñada
a punto de no hacer
para dormir otra vez.
Como un caramelo
atrasado de miedo
que intenta
de lejos
vencer el dolor.
Como una flor
cadáver secreto
en su flamante caja
para recordar
un amor.
de Gavy Yauza
No hay comentarios:
Publicar un comentario