He sacado de su hueco el corazón
y los pulmones
reemplazados por una arteria que late y se desangra.
Y es aquí que de pensarlo
no te extraño con el pensamiento
sino con el cuerpo
con el pene, con los ojos, con las manos
y con la boca, sobre todo con la boca
a la que le arde recordar la textura y el calor de tus tetas
y extraño también abrazarte las caderas,
que en la fricción me iban tatuando los brazos.
Sos como una rajadura en un pecho de lata.
Yo pienso en saltar la tapia del fondo
y buscarte en esta ciudad de invierno:
la ciudad con angina, la ciudad con barro,
la ciudad con delirio, la ciudad con estrellas.
Dibujo tu cara en la taza de café en esas manchas secas
que se van formando de tanto estar ahí, en la mesa.
Y miro el ventiluz, fuera de mí: ¡y el ruido que avanza desde la calle!
No me voy a acostar ni a dormir ni a descansar ni a morir.
Porque esta noche yo soy tu reclamo.
muy bueno!!!! C.Z.
ResponderEliminarque buen pulso, buena tinta, hay sangre poética.
ResponderEliminar¿Ves? Esto tiene palabras con mucha fuerza. Y rezuma olor a hembra.
ResponderEliminarMe gustó mucho: "Sos como una rajadura en un pecho de lata."
ResponderEliminarImpecable!
"Dibujo tu cara en la taza de café en esas manchas secas
ResponderEliminarque se van formando de tanto estar ahí, en la mesa."
Me quedo con ese pedacito de arte.