viernes, 5 de febrero de 2010

Hallazgo de Alicia Chávez

Ayer tiré el cepillo de dientes que compre la noche que fui a tu casa por última vez. Ese, que estaba destinado a completar el par en el botiquin de tu baño y que vendría a acompañar a mis libros en tu biblioteca, a mi edulcorante en tu heladera y a mi campera en tu placard.
Sin embargo, al igual que esos objetos, el cepillo se vino conmigo aquella noche cuando, tras el amor, y a la hora de dormir, hallé, bajo tu almohada una pinza para el pelo que yo no había dejado ahí.

7 comentarios:

  1. Me gusta tu texto. Corto y concreto. Reflexión: tratar de que el cepillo lo traiga el/la otra. De esta manera nos evitamos la injuria del no regreso. El que se va, se va. Por suerte es así. Si no éste sería un páramo muy, muy aburrido.
    N.

    ResponderEliminar
  2. Algún día voy a pedir permiso en la Jeta para disertar sobre por qué los cuentos son cuentos, es decir mentiras y es tonto que alguien quiera hallarle moralejas raras o ¡qué horror, chiquita, mirá lo que te pasó con ese!, una pinza de depilar de la otra, ¡qué horror! En ese sentido este cuento vendría a ser perfecto y las reflexiones, me parece, no valen, sino solo el ingenio de quien lo ideó.

    ResponderEliminar
  3. 1-Sin ánimo de polemizar contigo,digo solamente que yo no sé que es "tonto". Luego no hay ninguna moraleja. Dice "reflexión", como si alguien que lee no estuviera autorizado a reflexionar, a decir "me ha pasado esto al leer". Tampoco hay un tono agresivo o de impugnación, si observas con atención dice: "Me gustó tu texto. Corto y concreto". Y yo creo que si no hay reflexión, no vale, el lector también piensa, se emociona, se molesta y está en todo su derecho de manifestarlo. Para algo está la opción de colocar un comentario no?.
    2- Luego, es cierto que el formato implica la noción de ficción. Pero también podría argumentar que lo que se escribe no nos viene dado de arriba, somos el resultado de un lenguaje, de circunstancias sociales, políticas, económicas y culturales. Concretamente: no habría una especie de lugar puro del que escribe; en la escritura se plasman desde las circunstancias contextuales y los vaivenes de un ser concreto que tiene una historia, una novela familiar, y en ese sentido estamos marcados a fuego.Es como suponer que Dostoievsky o quien sea no estaba empapado de su historia social y las peripecias de una vida partícular. Eso no sería una mentira.
    3- Acepto luego que hubo una negligencia en el sentido de haber puesto solo mis iniciales como firma: N. Para rectificar agrego mi nombre completo: Néstor Mendoza.
    4- La idea de este espacio es aportar, y desde ese lugar me animo a colgar mi "tontera". Finalmente felicitaciones a Alicia, y obviamente no soy yo quien va a dar cátedra, son humildes opiniones de uno cualquiera que se sabe como cualquier otro. Y finalmente para despejar dudas: no hago comentarios sobre la persona de quien escribe, husmeo solamente el texto. La parte personal es esta: reitero: felicitaciones Alicia, por el ingenio de autor.
    Néstor Mendoza. ( no tengo veleidades por eso no tengo blog, sepan disculpar pero no tengo un espacio donde colgar exclusivamente mis tonteras. Un gran abrazo, con la esperanza de despejar las malezas y aportar buenezas. Ya sé, ya sé, no debo hacerme el ingenios.)

    ResponderEliminar
  4. Iba a leer el último comentario, pero es muuuy largo.
    Saludos

    ResponderEliminar
  5. Interesante la noción de que para apropiarnos de alguien debemos desencillar nuestros objetos de uso cotidiano en su ámbito. Me gustó el remate: la resignación por haber sido invadido ese espacio por otro/a. yo jugaría un poquito más con las palabras, sin ánimos de destruir el texto. Ah, me gustó tb la elección del objeto, el cepillo en este caso. ¿Por qué? Aún no sé, jejejeje. Julio

    ResponderEliminar
  6. Che, Aragón, para mí este texto es alicorto pero no precisamente porque trate de dejar una enseñanza o moraleja (cosa que no veo que haga). Bueno, y del texto tengo eso para decir, o sea lo ya dicho, o sea, que me es insuficiente. ¡Saludos!

    David Sández

    ResponderEliminar
  7. me suena a una canción del detestable arjona. pero escribir es bueno adelante con su locura

    ResponderEliminar