INSOMNIO, DERECHOS Y EL LUGAR DE LOS DESARRAPADOS.
A Raúl Dargoltz, que luchó y lucha con fiereza.
I
Me invitan a decir algo. Hay que presentar un libro. Un libro, y algo tengo que decir. El título me gusta. Me gusta y me interesa. Me importa. “Que Universidad necesitan los pueblos”, las compiladoras: Irma Antognazzi y Nilda Ramos, recogen ponencias de las Jornadas realizadas en Córdoba el año pasado, a propósito de los 90 años de la REFORMA UNIVERSITARIA de 1.918. Nada menos. Vuelvo a mirar en mi biblioteca, no encuentro nada parecido, hace falta pensar digo. Pensar en la Universidad como una necesidad de nuestros pueblos. Además me interesa también que pertenecen a un grupo de trabajo: HACER LA HISTORIA.
Algo debo decir, algo debo pensar. Cavilo, doy vueltas. Un grupo que tiene quince años; y que es eso de ¿grupo? Cuando todavía resuenan los dogmas de los 90, que se proponían lo individual como mecanismo de inserción, sï, claro, en el mercado. Grupo, colectivo, Juntadas, allegamientos. Pero no solo grupo, dice trabajo. Grupo de trabajo. Trabajo es lo que nos faltaba y sigue en gran medida ausente. Y ya me va gustando más.
Y no solo eso, se llaman HACER LA HISTORIA. Me detengo ahí, la historia se hace; ¿que quiere decir esto? ¿Querrá decir que yo, uds., todos nosotros somos protagonistas? Que ahora mismo estamos haciendo algo, produciendo. Hacer, me digo, es moverse, es mirar moviéndose. Aquí y ahora. Nos acostumbraron a pensar la historia como un cuadro congelado, el desfile de héroes , fechas de batalla, nombres instalados por un puñado de gentes que se han arrogado el derecho a definir quienes eran dignos de entrar en la galería de hombres importantes.¿ Y los otros? Alguien sabe cuantos cayeron en las jornadas de diciembre de 2001. Los nombres de ellos.¿ Importan los nombres? Dice Walter Benjamín: “Sólo a través de la esencia lingüística de las cosas llega el hombre desde sí mismo al conocimiento de estas: en el nombre”[1] Los nombres de los que pusieron el cuerpo para terminar con políticas de entrega, de relaciones carnales, de servilismo al Imperio; otra que tristes peones del Imperio hemos tenido. Y solo quedan números: 30.000 por ejemplo. Desaparecidos, entes; no están, son muchos NN. Los no nombrados. Esfumados. Políticas del ninguneo. Vacíos y huecos. Perversiones y sadismos, me digo. Políticas del terror, economías del terror. Hacer, me remite inmediatamente a la tesis XI sobre Feuerbach, de Marx. ¿La recuerdan? “Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo”. Cambiemos filósofos por historiadores o sociólogos si quieren. Me van a decir: “ah, pero eso ya lo sabemos”, ¿basta con eso? ¿Es suficiente? Saber no alcanza, saber haciendo o hacer sabiendo, conjeturo, es una posible respuesta. No es que se nieguen las interpretaciones, pero la invitación a la praxis, a la actuación, al hacer; es lo que nos va a dar un conocimiento más amplio de eso que llaman realidad. Hacer es transformar. Nos habían acostumbrado, algunos por acción directa, otros por omisión; a resignarnos al fin de la historia, ese mito burdo. Ese escándalo, sin argumento, ni sustento científico. Y sin embargo se mueve.
II
Un libro es una herramienta, sirve en tanto obliga a pensar, si nos moviliza; si nos interpela o nos deja con preguntas, si instiga a la crítica. Este es uno de ellos. Un recorrido que no se contenta con meros textos de historias, sino que se amplía con un contexto, un presente que nos obliga a pensar y repensar y, por supuesto y; sobre todo a actuar. ¿Pero como reseñar toda la información contenida en el libro? Ponencias y discusiones de autores de distintas proveniencias: los hay Argentinos, Uruguayos, Brasileños, Venezolanos, Chilenos etc. Temáticas y discursos variados. Es que tengo la impresión que lo de la Universidad es apenas un pretexto. En verdad, se trata de poner en discusión la realidad de Nuestra América, nuestros pueblos. Algo se mueve por estos lados. Acabo de leer una entrevista que afirma: “América Latina es hoy el lugar más estimulante del mundo, dice Noam Chomsky. Hay aquí una resistencia real al imperio; no existen muchas regiones de las que pueda afirmarse lo mismo”.[2] No es casual entonces que el panel 1 lleve la denominación de “América Latina y el Caribe. Pueblo e imperialismo”, con disertaciones de Venezolanos, Nicaragüenses, Chilenos, Mexicanos y Brasileños. Aparecen textos que dan cuenta de los avatares de la revolución bolivariana, el caso de Nicaragua, las contingencias de México, Bolivia y la Argentina. O las palabras de Homenaje al Dr. Alberto Pla, científico, pensador y militante. Y que de acuerdo a lo dicho por Guillermo Almeyra “…siguió siendo, hasta el fin de sus días, socialista militante, marxista consecuente, defensor de los principales aportes teóricos de León Trotsky”. O las sabias palabras del catalán Josep Fontana que se pregunta ¿para que sirve la historia? Y nos ilustra diciendo: “El papel de quienes enseñamos historia en la tarea de ayudar a que los alumnos desarrollen una conciencia crítica es mucho más importante de lo que habitualmente pensamos.” Y citando a Marc Bloch, que caería asesinado a manos de la GESTAPO, quien dijo: “formarse una idea clara de las necesidades sociales y esforzarse en difundirla significa introducir un grano de levadura en la mentalidad común; darse una oportunidad de modificarla un poco y, como consecuencia de ello, inclinar de algún modo el curso de los acontecimientos, que están regidos en última instancia, por la psicología de los hombres”.
Estoy haciendo algo que no me gusta. Recurrir a mucha cita. Va a ser imposible contar todo. Me entusiasma ver que el panel 2 es Universidad y sociedad en América Latina, y el 3 “Arte y política. Arte y sociedad. Medios y sociedad. Medios de comunicación masiva y poder”. Que la mesa redonda sea sobre: “Aportes al conocimiento científico para resolver los problemas sociales”. Me agrada el trabajo de los brasileños, rehabilitan el pensamiento de Mariátegui y recurren a Gramsci con el tema de la Hegemonía y el poder. O que Antognazzi pinte un cuadro muy preciso de la situación de las universidades y sus ligazones con el poder financiero. Cito: “Las políticas impuestas por el poder financiero para las Universidades Públicas y que ya se están aplicando en gran medida en Argentina, no son meras cuestiones administrativas o presupuestarias sino académicas, políticas e ideológicas. Es imprescindible pensar el problema no sólo en términos costo-beneficio”. Contundente.
Me agrada el trabajo de Redondo: “Escritores e Intelectuales en la Política: Argentina 1970”. Describe y analiza la tensión entre la escritura y la militancia, el trabajo intelectual y la acción en Haroldo Conti, Rodolfo Walsh, Paco Urondo y Julio Córtazar.
De alguna manera se juntan la historia, la sociología, la antropología, el arte, la literatura y la política. En época de superespecializaciones, encontrar aunados estos campos es un buen síntoma. No se trata de compartimentos separados y estancos. Los mejores pensadores supieron reunir todos estos registros, pienso. Si Uds. tuvieran que colocar en un estante de la biblioteca a Marx por ejemplo ¿donde lo ubicarían? ¿En la sección economía? ¿Sociología? ¿Filosofía? ¿Política?
Va a ser imposible contar todo. En todo caso creo que es una lectura que moviliza. Y yo los invito a leer. Me agrada que las Jornadas terminaran con una visita al Centro de Detención Clandestino de La Perla. Necesitamos seguir hurgando e investigando sobre nuestro pasado más o menos reciente. Reclamar por más Justicia. Me desagrada saber que FONDO NACIONAL DE CIENCIA Y TÉCNICA (FONCYT) no accediera al pedido de subsidio para la realización de las Jornadas “por no cumplir con los requisitos de reunión científica”. Es una barbaridad. Sencillamente.
III
Un grupo de compañeros de esta Universidad pertenecientes también al grupo de voluntariado tuvo la suerte de participar de las Jornadas que están impresas en este libro. Yo no pude, cuanto los envidio. Me desvelan estas cosas. Estamos en camino al bicentenario. Y la coyuntura es, creo, bastante favorable, en vista de la gran Crisis que se ha desatado en el corazón del Imperio, más grave y generalizada que la del 29. Y por estos lados se escuchan rumores de socialismo. Hay gobiernos progresivos: Ahí están Evo Morales, Chávez, Correa y Cuba aún de pie. Algunos dirán que son burgueses nacionalistas, reformistas, populistas, NAC & POP. Pero si no entendemos que no son Fujimori, Menem, Collor de Mello; estamos en verdad, perdidos. Porque en última instancia no habrá Universidad del Pueblo si no cambian nuestros gobiernos, si no se redistribuye la riqueza, si no se tocan los resortes importantes de las estructuras de nuestros países. Nos dirán soñadores, esa forma peyorativa de decir: “Son unos tarados, tienen mucho pajarito en la cabeza, pajarones!!”. Entonces le doy vueltas al término, y entiendo que la operación semántica implica esa noción de idiotez, bobería; tal como el término utopía. Entonces no diré “el sueño Bolivariano”, pienso en el Insomnio de Bolívar; un título que leí en una librería del centro, pero que no compré porque me echaron con el precio. Pero eso del insomnio, dice de un desvelo, de una preocupación, de un estar metido hasta el tuétano con un tema, en este caso la unidad de Nuestra América, la independencia. La libertad. Política, económica y social.
El insomnio es cómo construir una Patria Grande, como hacer que esos derechos formalmente escritos tomen encarnadura real, porque legalmente todos tenemos, por ejemplo, el derecho a una educación Superior, a concurrir a una Universidad. Pero en los hechos, las coacciones económicas, las miserias y las estrecheces hacen que esto sea irreal. La universidad es como la isla de la Fantasía. Todos tenemos derechos pero no veo aquí mucha cara de campesino o de muchachos de barrios orilleros. Y es un desvelo y una preocupación. Soy consciente que son muchos los que así piensan pero a que negarlo, también son muchos los que no se interesan ni se molestan por estas injusticias. Conflictos de clase. Conciencia de clase.
IV
Para finalizar y siendo coherente con lo antedicho, haré alguna referencia a cosas que se están gestando por estos días, si es que esto de la historia es un instrumento para mejor ver el presente. Se está discutiendo la nueva ley de radiodifusión. Con un debate engorroso y poco claro, donde no se termina de entender, al menos en mi caso, cuales son los puntos centrales que se modifican, a quienes beneficia etc. Lo que si es evidente es que no podemos seguir rigiéndonos con una normativa de la última dictadura y que si los grandes monopolios ladran es que no debe ser del todo mala. Pero hay mucho ruido en la comunicación. Entonces se pregunta uno, y que van a hacer las autoridades de esta Universidad con la radio y el canal de televisión. ¿Para que están? ¿A quienes sirve?
Y que diremos de los conflictos que se suceden, en este mismo instante en las localidades del campo santiagueño? En Pozo del Castaño o Puesto del Medio por ejemplo. Donde siguen los actos de violencia, con guardias blancas, Empresarios de la Soja con sus topadoras echando a los dueños de la tierra, inmemoriales poseedores: los campesinos santiagueños.
Y por último, la situación en la que están envueltas ciertas Universidades, incluidas esta con el tema de la Alumbrera. Por ahora hay una propuesta de donación de 7 PC y 4 impresoras por parte de la Empresa, está resolución pasó a la comisión de Presupuestos del HCS, la comisión dictaminó a favor de recibir la donación y destinarla a la carrera de minería. Este despacho de la Comisión se votará en la próxima reunión del Consejo Superior. De hecho cinco universidades nacionales rechazaron los fondos de la Alumbrera en encuentro organizado por la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Córdoba este último 8 de septiembre. Estuvieron presentes representantes de la UBA, Universidad de Entre Ríos, Universidad Nacional de Salta, Universidad Nacional San Juan Bosco y la UNC. En el punto 1 del documento las facultades y unidades académicas se solidarizan "con todas las comunidades que sufren los efectos negativos de Minera Alumbrera Limited en Catamarca, Tucumán y Santiago del Estero". Su punto 3 en tanto denuncia que "al clientelismo de gobierno y al clientelismo de empresa se ha agregado el clientelismo de universidad favorecido por la aceptación de los recursos aportados por YMAD-Alumbrera". Y de acuerdo con lo publicado por la revista EL VEGETARIANO, esta Universidad, entre otras, ha recibido la suma de 1.049.895 pesos.
No es esta precisamente la Universidad que necesitan nuestros pueblos. No puede regalarse la salud, el medio ambiente y los recursos de nuestra gente a cambio de monedas. No es ético, es inadmisible. Esperemos que nuestras autoridades revean esta situación. Los invitamos a hacerlo. Y hago finalmente mías las palabras del premio Nobel alternativo Martín Almada, Paraguayo él: “ se trata de despertar a los dormidos y movilizar a los despiertos”.Muchas gracias.
[1] Benjamín, Walter: “Sobre el programa de la filosofía futura”( Pág. 143). Planeta Agostini. 1986.
[2] Entrevista realizada por LA JORNADA, México. En, http://www.cubadebate.cu/
Aclaración pertinente:este textículo fue dicho en el aula 19 de la UNSE el dia 22, en el panel también se encontraba la decana de la facultad de Humanidades. Al día siguiente, Antognazzi presento en el antropológico, Nicaragua el ojo de la revolución. Néstor.
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