Dice Barthes en su El placer del texto: “(Placer/goce: en realidad, tropiezo, me equivoco; terminológicamente esto vacila todavía. De todas maneras habrá siempre un margen de indecisión, la distinción no podrá ser fuente de seguras clasificaciones, el paradigma se deslizará, el sentido será precario, revocable, reversible, el discurso será incompleto.)”
Pasado un tiempo de esa escritura, el discurso es incompleto… está. Esto está todo confuso aún, o recién empieza para mí. La experiencia de la Jeta me lo confirma. Intentamos diferenciarnos-distinguirnos de un, no sabemos bien qué, confirmando lo que decía Rolando, eso de las “seguras clasificaciones”. Y si pongo la palabra “paradigma” el asunto se termina de poner pesado. Mientras tanto, parece que de eso se trata. Año 2010, nos empezamos a reunir algunos enfermizos, después de cada evento para hablar y hablar y hablar y llenar de barro los pisos de los cafés ocasionales en los que nos metemos. Si parece que teníamos la garganta empolvada por el desuso, y no nos damos cuenta y hablamos fuerte y alguna señora rubia nos mira de reojo. ¿Qué decimos? Algo precario seguramente, algo revocable. Algo incompleto que genera el placer del encuentro pero también el goce de lo siempre insatisfecho. En esta andamos, y siguiendo con lo del francés: “esto vacila todavía”.
Pasado un tiempo de esa escritura, el discurso es incompleto… está. Esto está todo confuso aún, o recién empieza para mí. La experiencia de la Jeta me lo confirma. Intentamos diferenciarnos-distinguirnos de un, no sabemos bien qué, confirmando lo que decía Rolando, eso de las “seguras clasificaciones”. Y si pongo la palabra “paradigma” el asunto se termina de poner pesado. Mientras tanto, parece que de eso se trata. Año 2010, nos empezamos a reunir algunos enfermizos, después de cada evento para hablar y hablar y hablar y llenar de barro los pisos de los cafés ocasionales en los que nos metemos. Si parece que teníamos la garganta empolvada por el desuso, y no nos damos cuenta y hablamos fuerte y alguna señora rubia nos mira de reojo. ¿Qué decimos? Algo precario seguramente, algo revocable. Algo incompleto que genera el placer del encuentro pero también el goce de lo siempre insatisfecho. En esta andamos, y siguiendo con lo del francés: “esto vacila todavía”.
¿Qué ganamos y qué perdemos poniéndonos reflexivos? ¿Qué ganamos y qué perdemos poniéndonos intuitivos? ¿Hablar, hablar y hablar es tan distinto para el caso (nuestro caso)que escribir, escribir y escribir? ¿O ya encontramos la fórmula mágica del "deber ser" literario? Y claro que se siente incompleto y claro que se siente confuso y vacilante, pero ¿alguien piensa que las cosas serán alguna vez de otra manera? "Literatos en proceso de construcción" o "literatos profesionales" y, claro, todos los matices del medio. Y este "no sabemos bien qué" en el fondo suena a un "sabemos muy bien quién". Pero la cosa no es tan sencilla porque nos vamos olvidando (o probablemente quizá nunca lo supimos y sea ese el sentido)de qué es lo que realmente está en juego, y en este olvido de las reglas jugamos por jugar. Después (cito al Lic. Brizuela en esto) "paramos la pelota" miramos al frente y están ellos, bien apretaditos en el fondo, dos líneas de cuatro, marcación individual sobre los "creativos", pataditas de vez en cuando para decirte "por acá no pasás" y con la experiencia de haber ganado ya varios partidos dificiles ¿Por dónde le metemos un gol? ¿Debemos que meterles un gol? ¿Es necesario ganar el partido? La última reunión (o la penultima si tomamos el "Episodio Aristimuño") se decía algo así como: "Dejen de hablar de 'ellos' hagan su trabajo y listo y que no les importe lo que 'ellos' hagan, digan o dejen de hacer." Pero, al margen de lo declamativo, de lo bien que suena la idea ¿es esto así? ¿Acaso debemos desconocer que nos encontramos en una trama de relaciones harto compleja como para pensar que estamos solos, o que trabajamos sobre la nada, en el vacio institucional, que debemos empezar de cero, que la historia no existe, que salimos de un repollo, por el simple hecho de que suena bien el discurso de "ustedes hagan su trabajo y no se preocupen por 'ellos'"? Desconocer esto es desconocer que hay un juego que se está jugando, que existe una trama de relaciones en la cual, se quiera o no, estamos inmersos, que hay alguien al frente, que hay un "trabajo literario legitimo" y nosotros no estamos en él. Y este slogan "hagan su trabajo sin importarles 'ellos'" refuerza la idea de que estamos fuera (pero no lo estamos), y esta idea de presentar los "consagrados escritores santiagueños" implica un "regreso al grupo de procedencia", una declaración implícita de la posición que se tiene en este juego, de qué es legítimo y se desea conservar, ante el "peligro" que implica "La Jeta". Esta es una lucha por la definición de cuál es el criterio de legitimación señores. Y no hay maledicencia, no hay rasgaduras de vestiduras, no hay teorías conspirativas ni serruchadas de piso, sólo la observación de que estamos aqui, estamos trabajando y que lo nuestro vale, tanto como para tomarme el "atrevimiento" de compararme y medirme con "ellos" (el tiempo dirá).
ResponderEliminary si.. hay boludos que escriben tantas boludeces como ustedes o peores...
ResponderEliminary les pagan...
eso creo que quieren los jetones, por eso les rompe las pelotas tanto todo, uds se quejan de dinosaurios, pero para nosotros, uds son dinosaurios, los nenes in, nuestra fobia nace de eso.
ese look, esa careta, son los snobs de los 50, los que hablan y hablan pero no actúan, tienen tantas posibilidades teniendo a legname y a leguizamon, y no hacen nada!!!
quieren seguir escribiendo boludecesm sigan, no hay problema, sigan... es su visa para salir a un contratito de locación
esos pobres fósiles... de 70 y pico, ya fueron, paren con eso, ahora son uds, los que son los dinosaurios, no son perseguidos más que por uds mismos.
dejen de opinar tanto al dope, y pongan algun cuento o una poesia... dejen de poner opiniones, comentarios violentos, porque como lo veo, en este humildisimo punto de vista, este blog no da para más con tanta saña