Arrojados al mundo, enfermos de tanta libertad,inmunes al dolor de algunos que miramos de reojo. En un siglo superficial está el ser que dice llamarse humano todavia, asesino del medio en que vive y de los miedos ajenos; al propio lo disfraza, porque temeroso no encuentra otra forma.
Al mundo le miente que es feliz, pero no le creo nada, ni siquiera cuando llorando pide perdon.
Éste que sigue ocultándose bajo las formas disctadas por la globalización, éste que todavia recibe espejos, que cree en un mundo mejor basado en la democracia, pero vigilado por un ejercito imperial, que como tal se nutre de hombres y mujeres provenientes de los alrededores, y que son seducidos con la promesa de una "gloria eterna". Ahi está nuestra vida, esa misma que pide cada dia reinventarnos, esa que a cada paso pide recuperar la felicidad: Tenerla y no soltarla, saber que no es tan pasajera, saber que está al alcance de todos. Lo lamentable es que sólo algunos la tienen y la ofrecen como una mercancia mas, demasiado costosa a la que hay que contemplar en una vidriera.
Aqui afuera nos morimos de frio, de calor, de cólera, de sida, de gripe A, del dengue, de la falta de trabajo, con incoherencias, con uno mismo que es copia del no-ser, que en ésta época es mas creible que cualquier otra cosa. Asi se debe ser: Superficial, adicto a la televisión y a los diarios basura, al amarillismo que ilumina a las tribus urbanas, invento del consumismo. Ese que pasa horas al frente de la caja boba viendo y enterándose de la vida de vedettes y deportistas que muestran sus miserias, en fín, mirando a esos que nada aportan pero entretienen. A nosotros nos convencen con hacer zapping, porque en nosotros está el control remoto, nada mas cierto!!! en un lugar lejano, menos aqui donde somos presas del poder repartido en puntos infinitos de una inmensa red. Entonces qué hacer:
*¿ Aislarse ?
*¿ Buscar alguna solución ?
Qué se debe o no hacer en ésta situación, porque si bien nos damos cuenta, siempre hay alguna manera de distraernos, de elevar toda clase de muros (reales y simbólicos), por eso mejor andar atento al silencio, al susurro que llega del fondo de ésta ciudad, a eso hay que escuchar, lo demas es pura vanidad, salvada por ser la noticia del día.
Sé que demasiados dolores tenemos, la sangre está desparramada, las cicatrices no han cerrado; y con todas esas piedras vamos andando, sé que estás cansada, dame la mano, paremos aqui. Miramos un poco, mientras me dices que el escenario es deprimente, que los actores usan otras máscaras, ademas de las que tienen sus personajes. La tristeza se presenta en tus ojos, la soledad viene a quedarse, la libertad no llega jamas, la victoria se vuelve utópica. Afuera un viento caliente aumenta la temperatura del alma, o de lo de ella queda, duele la cabeza de tanto sol. Necesitamos sombra y agua para refrescarnos.
Observamos, nos reconocemos en otros rostros, en otros cuerpos, allí en eso que la civilazación llama "sociedad": Ese artificio que nos quita y nos da posibilidades por vivir con los demas, vos dices que no somos enteramente buenos ni malos, somos mezcla de eso. Quiero creer en que cada uno dispone de sí mismo, pero es casi imposible porque estamos llenos de lo que ya está hecho, de cómo se piensa y se vive en éste punto del universo. Eso es lo que llamamos tradición, es eso y no otra cosa lo que nos da un modo de ser, eso que moldea al ser que tiene éstas herramientas, a ese que se pregunta, a ese que es parte de la nada misma, a ese que es comprador, vendedor y producto al mismo tiempo. Pero es ese que tambien se interesa por el lugar donde vive, sabe que pronto se desatarán catástrofes, aunque siempre hay señales que advierten, y no será por un castigo divino, mas bien por nuestra irresponsabilidad, por el interes de algunos y llegada de pocos. Irresponsable el que viendo, no hace ni dice nada, deja que las cosas sean, a ese y éste que escribe dirijo palabras; sé que en esa maraña tengo mi parte, y eso es indudable, por eso trato de hacer mejor lo que me corresponde.
Ahora, en éste momento, despues de que muchos han derribado los muros, en medio de esas ruinas caminamos con el desafio de rescatar lo bueno, saber que lo otro debe quedar en sótanos o aniquilado, o en todo caso, saber que está presente y tener cuidado.
Creo que estamos para dar respuestas distintas al hueco donde estamos, creo que en nosotros está la solución que abrirá nuevos modos de ser, y se abrirán interrogantes, se dirán y se construirán sociedades mas justas, donde cada cual tenga real y efectivamente posibilidades de libertad, o que se acerque a ella. Con eso ante nos siguen apareciendo respuestas, se ensancha el mundo que conocemos.
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