Las magas amaban la casa. A las cansadas daban nalgadas; laxas, parlaban la tanda, changas baratas. ¡Araca! Ana Carrara, Amanda Abdala, Mara Artaza, Tamara Zapata, Marta Aranda, Aldana Lara, Pabla Galván, Sara Amaya, Ada Barraza, Carla Cajal, Sandra Carranza, apalabraban al Rajá. Las magas sacaban la bata, andaban vagas, hablaban para Caracas, Canadá, La Plata, Samarcanda, Catamarca, Andalgalá, Canán, La Pampa, las Cataratas, Calama, Amamá, Granada, Las Palmas, Salta, Navarra, Panamá, La Matanza, Paraná, Aracataca, La Banda y La Kaaba para ramadán.
Las magas agarraban la navaja, apalabraban la rambla, daban lata a la cana y manyaban carnaza, nalga, caballa, papa, batata, manzana, naranja, ananá y castañas. Sacaban la nata.
Las damas amaban al galán falaz y las sábanas ganaban al alba. Daban largas a la cancha, bajaban las patas al canal y agarraban la taba, la pallana y la larga sanata. Trabajaban nada, ¡alhaja las ñatas! Sanaban a las patadas las manchadas astas. ¡Satanás! ¡Satanás!
Andaban varadas, nadaban y cantaban la mar astaba sarana, sarana astaba la mar. Haraganas. ¿Las plantas? Arrayán, pacará, jacarandá, jana. Hamacaban la caja, las majas marcaban las barajas, andaban tras las largas caras, las galanas. Para la macha, mandaban a la gárgara caña cachaza. Al marcar las cartas, abarataban la laca y mataban la basta sanata. Y, ah, las magas, abracadabra, las patas daban a la cabra. La cámara ya las llamaba para amar.
¡Magas!, ¡magas! Tan tarambanas, tan malsanas. ¡Tan bataclanas, las flacas!
Las magas agarraban la navaja, apalabraban la rambla, daban lata a la cana y manyaban carnaza, nalga, caballa, papa, batata, manzana, naranja, ananá y castañas. Sacaban la nata.
Las damas amaban al galán falaz y las sábanas ganaban al alba. Daban largas a la cancha, bajaban las patas al canal y agarraban la taba, la pallana y la larga sanata. Trabajaban nada, ¡alhaja las ñatas! Sanaban a las patadas las manchadas astas. ¡Satanás! ¡Satanás!
Andaban varadas, nadaban y cantaban la mar astaba sarana, sarana astaba la mar. Haraganas. ¿Las plantas? Arrayán, pacará, jacarandá, jana. Hamacaban la caja, las majas marcaban las barajas, andaban tras las largas caras, las galanas. Para la macha, mandaban a la gárgara caña cachaza. Al marcar las cartas, abarataban la laca y mataban la basta sanata. Y, ah, las magas, abracadabra, las patas daban a la cabra. La cámara ya las llamaba para amar.
¡Magas!, ¡magas! Tan tarambanas, tan malsanas. ¡Tan bataclanas, las flacas!
¡¡¡sos un genio Aragón!!!
ResponderEliminarDiana
jajajajajajaja
ResponderEliminarjajajaja
no se si genio, pero de que me cague de risa si
belenchus!
Belén, si Diana dice que soy un genio, ¿qué te tienes que meter, decime?
ResponderEliminarSaludos
Yo no puedo dejar narcisita con cabeza juan!
ResponderEliminarsaludos
belenchus
(sigue siendo muy bueno el cuento man!)
En realidad no dejas nada, pero nada de nada eh!!!
ResponderEliminarEste último comentario me gustó. La verdad es que no dejo nada. Detrás de lo que escribo no hay una enseñanza, una idea, una rabia o -aunque más no sea- una moraleja. Ni siguiera es lo que algunos llaman lectura pasatista, porque para literatura le falta un montón. ¿Sabes cuál es el drama, Anónimo? Que, a pesar de que a veces me crea que estoy haciendo una gran obra, en el fondo sé que la mayoría son escritos como éste, sin nada en el fondo, livianitos, chirles. No te digo que sea una basura lo que escribo, solamente porque hay algunos que les gusta y debo respetarlos.
ResponderEliminarMe he detenido aquí no porque crea que tengo que decirte que debes dar la cara, porque en realidad tu existencia me es indiferente. Lo he hecho porque sé que tienes razón.
Lo único que debería decir en mi descargo es que en el fondo tengo un pesimismo esencial. no creo que este gobierno sea ni un poquito mejor que el anterior y estoy convencido de que el próximo será aún peor que éste. Y siempre el próximo intendente roba más que el anterior, como que el actual ya lo venía haciendo desde mucho antes, entrenándose por las dudas. No creo en las cumbres del clima ni en el odio entre las izquierdas y las derechas (de hecho cuando llegan al gobierno son todas iguales, si no, fijate), no creo en el amor, no creo en la libertad, no creo en la mentira pero menos creo en la verdad, no creo en las camarillas literarias pero creo menos en las anticamarillas. A veces creo que sigo escribiendo solamente para llenar con algo un hastío que me viene de lejos y ocasiones me colma.
No creo en vos Anónimo. Pero tampoco creo en mí.
Saludos
Te has enojado, Aragón????
ResponderEliminarsigo con mi postura de que hay que mandar al anonimo a la mierda aragón.
ResponderEliminarpoco respeto les tengo a los sin cara
a los cagones
a los que dicen tanto "mierda" y se esconden
muy poco respeto...
nada de respeto
sigue siendo muy buen cuento (para el cuento si hay respeto)
belenchus!
Creo que la cosa se tendría que haber terminado en el primer comentario, sos un genio chango, eso nomás.
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